Esta mujer es un 'dolor de cabeza' para algunos. Lo fue para Hugo Chávez y hoy lo es para Nicolás Maduro.
Se trata de María Corina Machado, una ingeniera industrial que dejó de lado los asuntos empresariales para entrar a la política y se convertirse en la voz opositora más aguerrida de Venezuela.
Es además, la reciente ganadora del Premio Nobel de la Paz, que en palabras del comité de dicho reconocimiento, es "figura clave y unificadora en una oposición política que antes estaba profundamente dividida, una oposición que encontró un terreno común en la demanda de elecciones libres y un Gobierno representativo".
En 2014, Machado concedió a Grupo REFORMA esta entrevista en donde profundiza sobre su activismo, sus motivaciones y cómo se mueve entre la esperanza.
Desde que se levanta, se sube al templete. Es decir, sus palabras, su tono, su intención, todo es en función de la lucha que ha emprendido contra el régimen bolivariano, al que lo mismo acusa de no tener calidad moral, que de ligas con el crimen organizado y de querer acabar con la familia. No habla de otra cosa.
Va de una entrevista a otra, llega a una marcha, arenga, toma el teléfono mientras vuelve en auto, cumple con sus labores de diputada, responde preguntas por Skype, no para.
Con el declive de la figura de Henrique Capriles y el encarcelamiento de Leopoldo López, la principal figura de la oposición es, sin duda, María Corina Machado. Y los chavistas van por ella.
Estás en la mira del chavismo, ¿te preocupa ser la siguiente?
Ellos se equivocan, creen que pueden aniquilar este enorme sentimiento nacional, anulando, golpeando, encarcelando a algunos dirigentes. Al hacerlo vendrán otros detrás de nosotros y otros detrás de ellos.
¿Temes por tu vida?
¿Quién no va a temer por su vida en Venezuela?
¿Tanto así?
Todos tememos por nuestra vida, todos tememos por la vida de nuestros hijos. Cada media hora asesinan a un inocente y la impunidad es mayor al 95 por ciento.
¿Qué te motiva a seguir adelante?
Precisamente eso: mi amor por Venezuela, por la libertad, por la justicia y mi determinación de que nuestra generación le deje a nuestros hijos una sociedad fortalecida en sus valores democráticos. Y, desde luego, una sociedad que aprenda profundamente de la devastadora experiencia de estos años.
¿Hasta dónde estás dispuesta a llegar con esta lucha?
Los venezolanos sabemos lo que tenemos que hacer y, en mi caso, la responsabilidad que tengo con quienes me dieron un mandato cuando me eligieron para ser su voz en la Asamblea Nacional, ser la voz de los que quieren callar.
¿Pero lo tuyo es locura, es pasión?
Es una pasión: Venezuela.
¿Qué les dices a tus hijos?
Son 15 años de lucha y, a pesar de que son adolescentes, se han ido curtiendo a punta de momentos muy duros y momentos muy felices. De amenazas, de muertes, pero también en los logros. Ellos entienden la responsabilidad que yo tengo. Ellos son la razón para nuestra lucha, mis hijos y los hijos de toda Venezuela.
Llegas a tu casa, ¿de qué hablan?, ¿de la lucha?, ¿de las tareas escolares?
Es muy complicado. He pasado días sin ir a mi casa. Y, desde luego, se siente tensión, angustia. Pero ésta es una lucha compartida que ha unido a las familias. Dentro de esta destrucción moral que se ha perpetuado en Venezuela, ha resurgido también esa conciencia ciudadana y la necesidad de proteger y defender a la familia.
¿Te has convertido en un ejemplo para las mujeres de Latinoamérica?
Las mujeres hemos estado al frente de esta lucha desde el primer día. Hemos sido esa primera fila porque entendemos, como te decía antes, que la principal víctima de este proceso, a quién se busca destruir, es a la familia.
¿Te ves como un modelo de congruencia, de combatividad?
Hay millones de modelos: las mujeres venezolanas que hoy estamos con esta lucha. Tenemos una responsabilidad enorme porque entendemos lo que está en juego y no sólo en Venezuela, pues las consecuencias de esto son para toda la región.
¿No te cansas?
Aquí nadie se cansa.
¿Qué diferencia encuentras entre Hugo Chávez y Nicolás Maduro?
Hugo Chávez había ido construyendo su autoridad sobre distintos grupos que conforman lo que este movimiento chavista madurista representa hoy: grupos con intereses contrapuestos, militares, grupos económicos, otros con vinculaciones al crimen organizado. Pero reconocían en Hugo Chávez la máxima autoridad. La llegada de Maduro a esta posición es más producto de una imposición del Castro-comunismo.
¿Maduro estaba muy verde para ser Presidente?
Bueno, yo creo que no tiene la calidad, la autoridad moral, desde luego ni los conocimientos, las credenciales y, en mi opinión, el amor por Venezuela.
No le concedes nada.
Hay que ver cómo destruye el país aceleradamente, dispuesto a todo con tal de conservar el poder. Es devastador.
Sin embargo, un porcentaje importante de la población sigue apoyando el chavismo-madurismo.
El señor Maduro perdió las elecciones de abril, eso lo sabe toda Venezuela. Desde entonces la situación del país se ha deteriorado brutalmente, no solamente en los indicadores económicos, sino también en la confianza. Es algo indescriptible. Mientras América Latina avanza, nosotros retrocedemos. Se ha ido imponiendo una especie de tristeza colectiva en el país.
¿No hay salida?
Ver cómo hace unos días Venezuela entera salió a la calle, más de un millón de personas en Caracas, otro tanto en el interior; escuchar un cacerolazo estruendoso en un lugar emblemático del chavismo como el (bulevar) "23 de enero", demuestra que hay un pueblo que ha estado sometido a la intimidación y al chantaje, pero que ha despertado.
¿Por las noches rezas?
Si claro, y en el día también.
¿Qué pides?
Primero por mi país. Pido por mis hijas, por todos los venezolanos y pido por mí. Y en mi caso pido humildad, lucidez, serenidad y firmeza.
¿Hay algún momento en el que pienses en algo que no sea la política? ¿En el amor, por ejemplo?
(Risas) ¿Y quién te dice a ti que el amor y la política no se pueden vincular?
El de la política es un matrimonio demandante.
Estas horas no permiten un instante de descanso.
¿Por qué te tiene miedo el chavismo?
Te sorprendería el cariño y el respeto que yo he sentido del pueblo chavista.
Pero da la impresión de que el gobierno te odia.
Como dicen: "cada ladrón juega con su condición". Es incomprensible para ellos que se trata de una lucha por valores y por principios.
Frente a "la ética" están poniendo grupos armados, procesos judiciales amañados. Es una lucha muy desigual.
Absolutamente, es desigual porque la fuerza de la razón, la fuerza de los valores, la fuerza del pueblo están con nosotros.
Si cae Maduro, ¿qué será lo primero que hagas?
Tenemos que unir a Venezuela en un proyecto común. Sabemos lo que tenemos que hacer para lograr que sea el país donde nuestros niños y jóvenes puedan hacer realidad sus sueños.
¿Qué estarías dispuesta a hacer por la reconciliación?
Lo que estoy haciendo ahora: dar mi vida.
¿Qué es lo que mantiene viva tu esperanza?
El pueblo de Venezuela. Conocerlo, saberme venezolana. Tengo confianza en la gente, en los valores que nos mueven. Estos días hemos demostrado de lo que somos capaces, cuando hay una causa que nos une. No hay fuerza, intimidación ni chantaje que nos debilite cuando se trata de defender nuestros derechos.