plano informativo

Marca patito

Opinión.

Hay sombras que asechan constantemente la vida, pareciera sombría y turbia, entre falsedades y verdades, lugares donde se acomodan las personas según sea la necesidad de ellos, somos vulnerables a las noticias tendenciosas, con cierto tufo a falsedades, somos producto de la desinformación. El va y viene de las noticias posiciona a quién tiene mayores recursos económicos, provengan de donde sean, lo privado o lo público, en el aire se encuentra tanto perjuro que, a ciencia cierta, desconocemos los mensajes buenos o malos.
 
Cuando un hombre llega honradamente al éxito ni se le cuestiona, pero si su pináculo exitoso es producto de fomentar falsedades, injurias y chismorreos en contra de otros, pronto sabremos de él, de como fue alcanzar la gloria económica o social; Con el tiempo, se presenta con una sola cara, para algunos son honestos, para otros son solo el reflejo de lo que la sociedad eligió para su conveniencia, producto del engaño envueltas en falsedades. 
 
En una guerra entre los medios tradicionales y las plataformas digitales por internet, es evidente los ataques mediáticos de los comunicadores “encumbrados”, contra los periodistas de alguna plataforma digital, peor aún, muchos de ellos provienen de ahí. Hoy, todos los días, la constante es que la maquinaria informativa tradicional, es feroz, descalifica, mienten hipócritamente, no toman partido, la cobardía es su sello característico.  Toda esta maquinaria de comunicación, se empeña en construir un paralelismo con la realidad, es un portal en una dimensión donde el dinero es el que manda. Años, décadas, los medios tradicionales y los “periodistas”, se vieron favorecidos con la fuerza del poder público y privado también. 
 
Después del arribo de la 4T, quien también atrajo su propio ejército de influencers, la comentocracia conservadora fortaleció un negocio tal vez más rentable, al ver que ya no tenia el respaldo de sus mentores tradicionales, optaron por asumir el papel de voceros de la oposición… el desprestigio para el oficialismo, la extorción periodística, generar caos y enojo; por ejemplo, de Salinas Pliego, aparte de no pagar impuestos, sus medios de comunicación han visto vacías sus cuentas bancarias, les llegaron las vacas flacas, por eso tanta rabia. 
 
La nueva industria de la “desinformación de los tradicionales”, es todo un plan definido, con estrategia que tiene una guía precisa, para disminuir a la mínima expresión a sus adversarios de izquierda, de difundir la llegada del comunismo, reiterar el caos como método del miedo, el debate no es su objetivo, saben los conservadores que no lo gana. Para solventar eso, inciden en generar un ambiente donde la gente no razone, solo sienta o perciba que el país se sumerge en un abismo. La estrategia esta muy bien diseñada, trata de lograr que el ciudadano crea realmente que esta siendo objeto, no un sujeto pensante. Estos planes fomentan a toda costa, que la gente sea apática, indiferente, poco participativa. ¿Para qué? Para no afrontar la idea que tiene un futuro más alentador, con otras formas e ideas, que las del pasado; solo fueron formadores de clientelismos humanos, pobreza y desigualdad, haciendo lo que el sistema neoliberal decía.  
 
Toda esta enmarañada forma de comunicación, ya lo dijimos fue construyéndose durante décadas, TELEVISA, TV AZTECA, Imagen, Radio Fórmula, generando su propia narrativa, cuando todo lo vieron perdido, se replegaron para refundarse en una minoría que los siguen, son el   alimento de información de un grupo, una base minoritaria, que requiere de “comida informativa chatarra”. 
 
Dirían, cada quien escucha lo que quiere, está bien, solo que, con una información sesgada, tendenciosa, ruidosa, el espectador siempre creerá que no existe más mundo que el de los Gómez, los Loret, los Doriga.  
 
Los medios de comunicación serios hacen participar al ciudadano, al columnista, se llena de ideas variadas y no cuestiona las opiniones de quienes se expresan ahí en sus medios, eso es el fomentar la libre expresión.  
 
Para desgracia potosina, San Luis con una tradición periodística de excelencia, aguerrida, valiente, con nuevas propuestas, el gobernador del estado, en su afán de evitar la crítica, dijo algo que sataniza al periodismo, a los nuevos portales de información, que con esfuerzo e independencia, sobreviviendo sin presupuesto público, los mismos portales atacados por el furioso periodismo opositor, a quien los llamó “patito”, como si a los portales “becados” por su administración no lo fuera. “Patito” usado de manera peyorativa, porque lo “atacan” sin tener derecho de réplica, dice él, que son la voz del “cua cua”, que los tiene localizados, que dejan muchas huellas, pues no son delincuentes, son periodistas tratando de encontrar la otra verdad. 
 
En un evento Ricardo Gallardo, en su discurso arenga a la gente, invitando a los presentes a que cuando vean a un portal “patito” o un crítico de su gobierno, les mienten la madre, que les hagan el “Fua”, que no los vean.
 
La libertad de expresión, la libertad de empresa, es un derecho de todos los mexicanos, habrá algunos que su rumbo es el sistema gubernamental, otros prefieren la libertad profesional, cada quien, pero de eso a desprestigiar a profesionales de la comunicación, por pensar diferente tiene sus riesgos. 
 
Amable lector, si te das cuenta de un medio que siempre habla bien de las acciones de gobierno, no es un medio de comunicación, es un sistema de propaganda gubernamental.
Vivimos momentos difíciles, ruido informativo, es nuestro deber verificar la información que se nos proporciona, para que lo verdaderamente relevante sea la verdad.
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