La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) reconoció oficialmente la existencia de afectaciones ecológicas en cenotes y cavernas ubicadas en el tramo 5 del Tren Maya, uno de los sectores más polémicos del megaproyecto insignia del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Durante su comparecencia ante comisiones legislativas, la titular de la dependencia, Alicia Bárcena Ibarra, informó que la institución ha detectado daños directos en al menos ocho cavernas y un cenote, derivados de la construcción del ferrocarril en la zona comprendida entre Playa del Carmen y Tulum.
“Nosotros hemos estado trabajando para ver que se hagan los trabajos de limpieza y retiro de concreto de la obra del Tren Maya. Estamos pendientes, estamos trabajando”, declaró la funcionaria.
Reconocen afectaciones y falta de cumplimiento ambiental
Bárcena explicó que desde su llegada a la dependencia, el 1 de octubre de 2024, la Semarnat emprendió una revisión exhaustiva de permisos y condicionantes ambientales del proyecto ferroviario, que ya se encontraba en operación.
Durante los recorridos realizados por personal técnico en los siete tramos del Tren Maya y sus 28 obras asociadas, se detectaron irregularidades y condicionantes incumplidas, especialmente en el tramo 5, considerado el más delicado en términos ecológicos por su paso sobre suelos kársticos y sistemas subterráneos de agua.
La funcionaria reconoció que los impactos ambientales fueron severos, pero afirmó que ya se trabaja en procesos de regularización y mitigación, incluyendo acciones de reforestación, limpieza y retiro de materiales de construcción que afectaron zonas naturales.
“Se ha exigido el cumplimiento de 95% de las condicionantes de impacto ambiental, y estamos acelerando la atención del 5% restante en las áreas más vulnerables”, detalló Bárcena.
Revisión y mitigación en curso
La Semarnat ha cuantificado las áreas de reforestación necesarias para compensar los daños provocados por la obra, y aseguró que se dará seguimiento permanente al proceso mediante la Gaceta Ecológica, donde cada jueves se publican los avances y resultados de supervisión ambiental.
Además, Bárcena destacó que se trabaja con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y con especialistas locales para garantizar la restauración de las cavernas afectadas, así como la protección de los cuerpos de agua subterráneos, esenciales para el equilibrio ecológico de la península de Yucatán.
Transparencia y controversias legales
Durante su intervención, la secretaria también abordó otros temas ambientales pendientes, entre ellos el proyecto turístico en Mahahual, donde aclaró que no se ha presentado ninguna propuesta formal de desarrollo inmobiliario, por lo que aún no existe evaluación ambiental en curso.
Asimismo, señaló que continúa vigente una controversia constitucional en el municipio de Othón P. Blanco, relacionada con ordenamientos ecológicos locales y federales, especialmente sobre la protección de arrecifes de alto valor ecológico.
Prioridades ambientales hacia 2030
Alicia Bárcena aprovechó su comparecencia para presentar las siete prioridades ecológicas del gobierno federal hacia 2030, entre las que destacan:
*Recuperación de ecosistemas impactados por megaproyectos.
*Restauración de cuerpos de agua subterráneos y cenotes.
*Reforestación masiva en regiones del sureste.
*Ordenamiento territorial con criterios de sustentabilidad.
La secretaria subrayó que el Tren Maya representa un desafío ambiental “sin precedentes”, pero reiteró que la dependencia no encubrirá irregularidades y mantendrá un proceso de supervisión y corrección permanente.
“El reto es que el desarrollo turístico y económico de la región no se imponga sobre la protección ambiental. El Tren Maya debe ser ejemplo de equilibrio y restauración, no de destrucción”, puntualizó.