columnas

Galindo con Morena, la verdadera disputa por la Gubernatura

Opinión

San Luis Potosí,  en dos años, vivirá la elección de quien sucederá a Ricardo Gallardo en la gubernatura. Las encuestas dan al Partido Verde Ecologista una ventaja cómoda, el gallardismo se ve  invencible y una candidatura de Ruth Miriam González o de cualquier otro  luce hoy como un trámite más en la sucesión del 2027. Pero la política es caprichosa y el tablero se puede mover, si un aspirante a gobernador del bando opositor se sabe mover.

Enrique Galindo, alcalde capitalino, ha confirmado que quiere ser gobernador aunque todavía no define con qué partido. Y es que algunas encuentas como la de Reforma y De las Heras Demotecnia arrojan datos muy interesantes sobre la oposición y que deben analizarse minuciosamente si realmente se quiere ganar la elección o al menos,  dar una verdadera pelea.

Con Enrique Galindo hay varios escenarios:  La posibilidad de que Morena lo adopte como su abanderado porque el partido guinda, con un 27% de voto duro en el estado, carece de figuras locales fuertes y necesita un rostro competitivo; no lo son Gerardo Zumaya ni Rosa Icela Rodríguez. Galindo, con sus negativos y todo, es la pieza que podría catapultar a la 4T a una contienda real por la gubernatura de San Luís Potosí.

Los números de la encuesta son reveladores: Enrique Galindo es más conocido, con casi 45% de identificación ciudadana, aunque polariza con 26% de opinión positiva y 22% negativa. Ruth González, en cambio, es menos conocida (35%), pero tiene una imagen mucho más limpia: 48% la evalúa positivamente y apenas 13% negativamente. En términos de marketing político, él tiene el “techo” de la notoriedad, pero la Senadora  tiene el “suelo” más sólido para crecer.

Imaginemos el escenario: Ruth González con la maquinaria gallardista, el peso de los programas sociales, la narrativa de continuidad y un arrastre probado en las urnas. Del otro lado, Galindo con el respaldo de priistas y ex priistas y ahora morenistas, de grupos contrarios al Gallardismo y el discurso de la 4T en el interior del Estado. Dos marcas personales, dos estilos, dos proyectos de poder. El choque sería frontal y apasionante, una contienda donde la oposición tradicional (PAN y PRI) quedaría relegada a ser espectadores, incapaces de generar un candidato que realmente sume, aunque hay que advertir al PAN: tienen que pensar en un plan B; si Galindo es candidato de MORENA, ¿quién abanderará al PAN?

¿Entre Ruth y Galindo, quién gana? La tendencia seguiría a favor del PVEM pero su  ventaja se acortaría, Morena encontraría oxígeno y, San Luis viviría una contienda con nervios, y con la posibilidad de que la incertidumbre que genera se apodere sanamente de la ciudadanía.

Las elecciones que emocionan no son las que se definen con veinte puntos de ventaja en las encuestas, sino aquellas donde hay candidatos fuertes, capaces de lograr que el elector llegue a la urna con una sola pregunta en mente: “¿sigo con lo conocido o me atrevo a cambiar?” Y esa pregunta, con Ruth González y Enrique Galindo en la boleta, se volvería inevitable. Pero para que se de ese escenario electoral, depende de cómo se mueva Enrique Galindo y que MORENA sea realista sobre sus perfiles, por muy alta posición en el que se encuentren, como es el caso de la actual secretaria de Gobernación.

OTRAS NOTAS