San Luis Potosí, SLP.- Mientras los cuerpos de rescate arriesgan la vida todos los días, la ley que debería protegerlos duerme en los cajones del Congreso del Estado. Desde hace años, la iniciativa de Ley del Sistema Estatal de Bomberos permanece sin discutirse, pese a los reiterados llamados de quienes sostienen, con recursos limitados, uno de los servicios más esenciales para la ciudadanía.
El comandante del Cuerpo de Bomberos Metropolitanos, Adolfo Benavente Duque, volvió a alzar la voz para exigir que se saque del rezago legislativo esta propuesta que, de aprobarse, permitiría establecer un marco normativo para regular su operación, garantizar su financiamiento y definir la coordinación con los ayuntamientos.
“Esta ley no es un lujo, es una necesidad. Buscamos que el servicio de bomberos tenga un respaldo legal y que las autoridades asuman su responsabilidad total. Hoy seguimos trabajando prácticamente a la deriva”, señaló Benavente.
El comandante lamentó que algunos legisladores justifiquen su falta de acción con argumentos presupuestales, como el hecho de que los municipios apenas pueden cubrir los salarios de los policías. Sin embargo, advirtió que la ausencia de una estructura legal para los cuerpos de rescate tiene un impacto directo en la seguridad pública, ya que sin planeación ni protocolos claros, los riesgos se multiplican.
Además, explicó que junto con la ley estatal, los bomberos han impulsado la creación de un Reglamento Estatal de Medidas Contra Incendios, que haga obligatorias las recomendaciones y observaciones emitidas durante inspecciones y emergencias. Sin este reglamento, muchas de sus acciones preventivas quedan solo en el terreno de la buena voluntad.
“Queremos que las medidas de seguridad no sean sugerencias, sino obligaciones. Que todo lo que recomendamos tenga sustento jurídico”, enfatizó.
Pese a que algunos diputados de la actual legislatura han mostrado interés, los avances son nulos. Mientras tanto, los bomberos continúan trabajando en condiciones precarias, sin certeza presupuestal y sin un marco legal que respalde su labor.