San Luis Potosí, SLP.- La lucha contra los tiraderos clandestinos en la capital potosina avanza, aunque el problema sigue siendo de fondo. De los diez sitios detectados por las autoridades municipales, seis ya fueron clausurados por la Dirección de Gestión Ecológica y Manejo de Residuos, informó su titular, Jaime Mendieta Rivera. En estos lugares se hallaron más de 400 toneladas de desechos sólidos urbanos, evidencia del grave descontrol en el manejo de la basura.
Mendieta Rivera explicó que estos basureros irregulares no sólo representan un foco de contaminación visual y sanitaria, sino que además son fuente de materiales para actividades ilegales, como la producción artesanal de ladrillos, práctica que incrementa las emisiones contaminantes y agrava la degradación del suelo y del aire.
El funcionario adelantó que antes de que concluya el año se intervendrán al menos seis puntos adicionales con condiciones similares, dentro de un plan municipal para erradicar estas zonas de acumulación. Además, destacó el uso de tecnología táctica ecológica para compactar los residuos recolectados, lo que permite un tratamiento más eficiente, sostenible y con menor impacto ambiental.
Los tiraderos clandestinos no sólo ensucian el paisaje urbano, filtran lixiviados al subsuelo, contaminan mantos acuíferos y atraen fauna nociva, generando riesgos sanitarios y deterioro ambiental. En muchas ocasiones, los residuos plásticos y orgánicos se mezclan y se queman de manera incontrolada, liberando gases tóxicos a la atmósfera.
La clausura de estos sitios es apenas una medida inicial frente a un problema estructural, la falta de cultura ambiental y de una correcta gestión de residuos. Mientras no exista una estrategia integral que involucre a la ciudadanía, las empresas y las autoridades, los tiraderos clandestinos seguirán apareciendo como heridas abiertas en el paisaje potosino. Erradicarlos requiere no solo clausurar, sino reeducar, supervisar y transformar la relación de la ciudad con su basura.