El director de Birdman y El Renacido también cree que el arte se ha puesto en peligro debido a las tendencias tecnológicas
No perecer ante la desesperanza es uno de los grandes retos para el mundo actual que percibe Alejandro G. Iñárritu.
Siempre han habido momentos oscuros para la humanidad, señaló el cineasta anoche en su clase magistral en la Cineteca Nacional, pero recuerda que antes los jóvenes aún percibían rayos de luz por los que apostaban, mientras que ahora todo parecen nubes negras.
"Dónde está ese hoyo de luz con todos los regímenes autoritarios, con todos los tecnócratas billonarios en contubernio con la derecha y todas estas redes del poder que se están gestando. Nunca en la historia hubo tanto idiota con tanto poder, tanto dinero y tantas armas. Nunca.
"El nivel de poder que hay tecnológico, económico y destructivo en manos de gente tan ignorante nunca lo hubo. Hubo gente tremendamente peligrosa, dictadores, pero tenían siempre una localización", reflexionó el ganador del Óscar ante una sala llena.
El director de Birdman y El Renacido también cree que el arte se ha puesto en peligro debido a las tendencias tecnológicas, donde las corporaciones deciden qué crear a partir de algoritmos para el consumo.
Sus 13 años los recuerda como una época triste y dolorosa al mudarse a casa de su abuela y dejar a los amigos que tenía, pero al mismo tiempo muy definitoria porque su refugio fue descubrir Pink Floyd, Led Zeppelin y los libros de Jorge Luis Borges.
Ahora parece difícil que la gente llegue a materiales que les permitan abrirse a otros mundos.
"El algoritmo nunca va a saber lo que tú no quieres. Sabe qué quieres, pero el misterio humano es que no sabemos nosotros mismos quiénes somos y qué es lo que desconocemos qué nos cambiaría la vida. El algoritmo nos sigue alimentando de la misma mierda.
"Ver hacia el futuro y no seguir siendo esa misma persona todo el tiempo y sentirse atorado para mí es estar lo más fuera y lejos posible de algoritmos y del secuestro de la conciencia", puntualizó.
Tales pensamientos fueron parte de su inspiración para trabajar una instalación celuloide en LagoAlgo, Sueño Perro, que gira alrededor de su ópera prima con 25 años recién cumplidos, Amores Perros.
G. Iñárritu destacó que en un trabajo casi arqueológico revisó las cintas de 35 milímetros con otra mirada distinta a la fílmica.
"Al servicio de nada, las imágenes se me revelaron de forma muy distinta y había una honestidad y una belleza. Fue difícil encontrar la relación entre una y otra sin palabras, sin intelectualidad, simplemente con la posibilidad de que la gente pudiese entrar a la película no con los ojos, sino con el cuerpo", detalló.
Califica a Cruise como simpático
En cada una de sus películas, Alejandro G. Iñárritu percibe a una versión de sí mismo que ya no es, como capas de un árbol, y eso será todavía más claro en su siguiente trabajo, una comedia protagonizada por Tom Cruise.
"Gracias a Dios no se hizo cuando la iba a hacer porque ha tenido tiempo de estarse curando en sí misma, evolucionando. Es muy simpático Tom Cruise.
"Es un trabajo de siete años, trata del absurdo humano, es un poco esa insaciable y absurda forma de controlar lo que no podemos controlar y eso es muy divertido. Es una observación cómica de algo bien trágico", adelantó el director.