locales

Miles de potosinos marchan unidos por la vida y la mujer

Católicos y cristianos se unieron para defender la vida desde su origen

San Luis Potosí, SLP.- Por primera vez en muchos años, miles de potosinos, tanto católicos como cristianos, caminaron juntos por las calles del corazón del Centro Histórico de San Luis Potosí en una multitudinaria marcha pacífica a favor de la mujer y de la vida.

Desde la avenida Venustiano Carranza hasta la Plaza de Armas, familias, jóvenes, religiosos y comunidades enteras se unieron en un mismo propósito, manifestar con fe, respeto y alegría la importancia de defender la vida desde su origen y reconocer el valor insustituible de la mujer en la sociedad.

La caminata se convirtió en una expresión de esperanza. A lo largo del recorrido se escucharon cantos, oraciones y porras que, más que protesta, fueron una celebración de unidad y fe. Con pancartas coloridas, mensajes de amor y banderas blancas, los asistentes llenaron de vida las calles potosinas, mostrando que la defensa de la dignidad humana puede hacerse desde la paz y el respeto.

Al llegar a la Plaza de Armas, los participantes montaron un escenario donde grupos musicales, coros religiosos y oradores compartieron mensajes de fe, agradecimiento y reflexión. “La vida es un don sagrado, y la mujer es su primera protectora”, se escuchó decir entre aplausos y lágrimas de emoción.

Cientos de religiosos acompañaron el encuentro, llenando el aire con melodías, rezos y cantos que recordaron a los presentes que la vida es el más grande regalo que se posee y que protegerla es una responsabilidad compartida.

Más allá de credos o templos, esta manifestación simbolizó un encuentro histórico de fe y esperanza. Los asistentes coincidieron en que apoyar la vida no es un acto político, sino un gesto profundamente humano; y reconocer el papel de la mujer es reconocer la raíz misma de la existencia.

Al caer la tarde, entre música, plegarias y abrazos, la Plaza de Armas se convirtió en un reflejo de lo que muchos consideran urgente recuperar, el valor de estar vivos y de agradecer a quienes dan vida.

“Hoy caminamos por todos los que aún no pueden hacerlo”, dijo una de las participantes. Y esa frase pareció resumir el espíritu de la jornada, una sola voz, un mismo corazón, unidos en un canto de esperanza que resonó en toda la ciudad.

 

OTRAS NOTAS