Sería bueno preguntarnos: ¿Qué es lo que va con nosotros? Porque, no todo vade acuerdo a lo que somos.
Hacer lo que va con nosotros, o actuar de acuerdo a nuestra esencia, nos traerá grandes satisfacciones.
Decía Santo Tomás: “El obrar, sigue al ser”. Después de ser, y saber quién soy, sabré lo que tengo que hacer.
Con esto, el santo quiso decir, que primero necesitamos ser, para actuar de acuerdo a lo que somos.
Al saber quiénes somos, no vamos a pretender hacer, lo que no vade acuerdo con nosotros.
Dios nos dio el ser, y junto con éste, también algunas cualidades; que al ponerlas en práctica y al servicio de los demás, nos hacen sentir plenos, y realizados.
Decía Ortega: “Es el canto, que canta en la garganta, el premio más cabal para el que canta”. Quien tiene el don del canto, vivirá feliz cantando.
Y, nadie tendrá porque agradecerle, que haya hecho lo que puede, y que también es un gozo.
Los dones o carismas, son un regalo de Dios; y se nos dieron, para enriquecer al mundo que nos rodea.
Ya lo dice el Evangelio: Así también ustedes, cuando hayan cumplido todo lo que se les mandó, digan: “No somos más que siervos; solo hemos hecho lo que teníamos que hacer”. (Lc.17).
Si hacemos lo que nos toca, no esperemos recompensa. Porque la alegría de hacer lo que nos gusta, no tiene recompensa.
La gratificación, es un “plus”, que no se compara, con el gozo de hacer lo que nos gusta.
Nadie vino a este mundo, a vivir por vivir, estamos aquí para vivir sirviendo; y así, multiplicar los talentos que nos fueron dados.
Haciendo lo que nos fue encomendado, encontraremos valora la existencia, y plenitud a nuestra vida.
Pbro. Lic. Salvador Glez. Vásquez.
Evangelio
Del santo Evangelio según san Lucas: 17, 5-10
En aquel tiempo, los apóstoles dijeron al Señor: “Auméntanos la fe”. El Señor les contestó: “Si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a ese árbol frondoso: ‘Arráncate de raíz y plántate en el mar’, y los obedecería.
¿Quién de ustedes, si tiene un siervo que labra la tierra o pastorea los rebaños, le dice cuando éste regresa del campo: ‘Entra enseguida y ponte a comer’? ¿No le dirá más bien: ‘Prepárame de comer y disponte a servirme, para que yo coma y beba; después comerás y beberás tú’? ¿Tendrá acaso que mostrarse agradecido con el siervo, porque éste cumplió con su obligación?
Así también ustedes, cuando hayan cumplido todo lo que se les mandó, digan: ‘No somos más que siervos; sólo hemos hecho lo que teníamos que hacer’”.
Palabra del Señor.