La conmemoración del 57 aniversario del Movimiento Estudiantil de 1968 se replicó en diversas entidades de México con acciones de protesta que escalaron la tensión en estados como Chiapas y Michoacán.
La jornada estuvo marcada por un enfrentamiento entre estudiantes y la policía en Chiapas y un acto de vandalismo simbólico frente a la sede del Gobierno en Michoacán.
La protesta en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, culminó en un altercado violento entre alumnos con la Policía Municipal. Alrededor de 120 estudiantes de la Escuela Normal Intercultural Bilingüe "Jacinto Canek" realizaron una marcha que conmemoraba tanto el 2 de octubre como los 25 años de fundación de su institución.
El conflicto estalló cuando los normalistas intentaron ingresar con un vehículo al parque central, y fueron contenidos por elementos policiacos. El enfrentamiento se caracterizó por jaloneos, el uso de gas lacrimógeno por parte de oficiales, y el vandalismo de una motocicleta oficial.
Tanto los oficiales como los normalistas aventaban a sus contrarios botellas, palos y basura.
Los estudiantes gritaron consignas como "¡Policías asesinos!" y "¡Somos estudiantes, no somos delincuentes!", al acusar a la corporación municipal de represión y de impedir su derecho a la manifestación.
Como medida preventiva, los comercios del centro histórico se vieron forzados a cerrar, sin que se atentara contra comercios al final de la marcha.
En Morelia, Michoacán, las marchas estudiantiles estuvieron a cargo de colectivos como la Coordinadora de Universitarios en Lucha (CUL) y el Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS), quienes partieron desde Ciudad Universitaria hacia el Centro Histórico.
La manifestación culminó con un acto de protesta simbólico: los manifestantes colocaron un "misil" hecho de cartón en la puerta del Palacio de Gobierno, en el primer cuadro de la capital.
Aunque la movilización generó afectaciones viales y estuvo vigilada por un contingente de policías antimotines desplegado por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), se logró inhibir el vandalismo directo, salvo por algunas pintas realizadas en las que pedían justicia.
"Porque el color de la sangre jamás se olvida: ¡Justicia!", "Queremos salir graduadxs no en la prensa", "Ni perdón ni olvido, castigo a los asesinos", decían alguna de las pancartas con pintura roja en alusión a la sangre de estudiantes derramada a través de las décadas.
En el contingente se portaron mantas con fotografías en blanco y negro de las víctimas de 1968 y madres vestidas con trajes artesanales también marcharon en apoyo.
La conmemoración se sintió con fuerza en otras entidades con grandes movilizaciones. En Oaxaca, se llevaron a cabo al menos dos marchas de estudiantes normalistas.
Ante la convocatoria, el Palacio de Gobierno y diversos locales comerciales de la ruta fueron tapiados con madera y placas de acero. A pesar de estas medidas, la jornada transcurrió con relativa calma.
Las protestas se concentraron en el Zócalo, y se registraron únicamente pintas en muros con mensajes como "¡Fue el Estado!" y "Memoria".
En la capital poblana, estudiantes de la BUAP y el Complejo Cultural Universitario (CCU) marcharon hacia la Fiscalía General del Estado y el Zócalo con mensajes de justicia.
En esta entidad resonó la exigencia de justicia para Palestina y con banderas de ese Estado manifestaron su solidaridad.
"¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!", fue otra frase que corearon en alusión con el caso de desaparición de estudiantes y el caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
De manera paralela, en San Martín Texmelucan, ubicada en el Valle de Puebla-Tlaxcala estudiantes y docentes del Tecnológico marcharon no solo por el 2 de octubre, sino también para protestar por recientes despidos injustificados y una agresión con arma de fuego sufrida en la casa de uno de sus compañeros.
Mientras que en Veracruz, marcharon Xalapa, capital del estado para conmemorar el 57 aniversario del Movimiento Estudiantil de 1968.
"¡2 de octubre no se perdona ni se olvida!", "¡Somos la memoria del proletariado!", fueron algunas de las frases gritadas e impresas en mantas y pancartas.