Los parientes de Ernestina sacaron la urna del lugar donde resguardaban las cenizas y descubrieron que no estaba etiquetada y que, además, contenía lo que al parecer es arena para gatos
Cuatro años y medio después de haber muerto su padre, Claudia Martínez descubrió que la urna en la que deberían de estar sus cenizas tiene una etiqueta con el nombre de otra persona.
La juarense revisó la urna luego de revelarse el 26 de junio pasado que 386 cuerpos habían sido hallados embalsamados y apilados en el crematorio Plenitud.
"Cuando la abro, está el nombre de otra persona. La funeraria Latinoamericana me entregó cenizas de alguien más", lamentó Martínez en entrevista.
"Yo sé que a lo mejor mi papá está entre los cuerpos, pero yo tengo las cenizas de otra persona y Latinoamericana no me ha dado la cara".
Martínez contactó a los familiares de la otra persona, una mujer de nombre Ernestina Sánchez, quienes residen en Durango.
Los parientes de Ernestina sacaron la urna del lugar donde resguardaban las cenizas y descubrieron que no estaba etiquetada y que, además, contenía lo que al parecer es arena para gatos.
"Las mías sí están etiquetadas, las de ellos no", precisó Martínez. "¿Quién me da la certeza de que sean las de mi familiar?".
"Cuando empieza a salir todo esto, yo me comunico con alguien y me pide que revise los documentos para ver si no está dentro de Plenitud", dijo.
Cuando los revisó, se dio cuenta de que sí había sido supuestamente incinerado en dicho crematorio, ubicado en el surponiente de Ciudad Juárez.
Al examinar la urna, Martínez se dio cuenta del error en el nombre.
"Mi papá es Humberto Martínez. Cuando sacamos las cenizas, abajo tenía otra etiqueta con el nombre de mi papá. El detalle es que la de Ernestina es una etiqueta con pegamento, está pegada a la bolsa. La etiqueta con el nombre de mi papá está suelta".
Martínez acudió a la funeraria y le entregaron su expediente.
"Me entregaron mi expediente completo, pero lo único que hicieron fue hacer más grande mi duda".
"¿Por qué? Porque está dentro del rango de las personas de Plenitud", exclamó.
Su papá murió de un infarto el 17 de diciembre de 2020 y le entregaron sus cenizas la segunda semana de enero de 2021.
"Él fallece de un infarto y la señora Ernestina ella sí fallece de covid el 9 de noviembre y sus cenizas, según el crematorio que ellos usaron, que es Memorial, ellos la cremaron el 23 de noviembre.
"No coinciden ni siquiera las fechas de muerte ni de cremación", aseveró.
El material que le entregaron como supuestas cenizas es arenoso.
"Es completamente arenosa, y según el encargado de Memorial (diferente a Plenitud) que revisó mis cenizas dijo que no eran cenizas.
"Que sí tenía, que parecía que tuviera restos óseos, pero que está combinado con otra cosa".
Por ello, una de sus demandas es que analice el polvo para saber qué fue lo que les entregaron.
En su caso, ya llevó toda la documentación que le pidieron en FGE e incluso lo adjuntó en un sitio web habilitado para ello.
Martínez ha obtenido varios permisos de trabajo para atender las diligencias, lo cual también le afecta emocionalmente.
Su padre, quien laboró por casi dos décadas como camarógrafo en una televisora local, murió a los 62 años de edad. Sus últimos años, ya pensionado, los vivió en Agua Prieta, Sonora, donde falleció, y de donde lo trasladaron hacia Ciudad Juárez.