Kim Hee-chul, integrante del famoso grupo de K-pop Super Junior, abrió la conversación sobre un tema incómodo pero necesario: el acoso de los llamados “sasaeng”, fans obsesivos que llevan su admiración a un nivel extremo, con comportamientos que rayan en lo perturbador.
En Corea del Sur, el término “sasaeng” se usa para describir a personas que hostigan a celebridades con conductas invasivas y peligrosas. Aunque suelen ser presentados como fanáticos, Kim fue claro al marcar distancia:
No los llamo ni siquiera ‘fans sasaeng’. Solo digo ‘sasaeng’. Eran realmente extremos”
Estos seguidores llegan a perseguir a sus ídolos en autos, irrumpir en sus hogares, acosarlos sexualmente e incluso vender sus pertenencias en internet.
Durante una entrevista en el canal de YouTube Yoon Il-sang TV, el cantante recordó cómo él y sus compañeros de Super Junior eran perseguidos constantemente en sus trayectos.
Cuando salía en mi auto, rápidamente tomaban taxis para seguirme”— relató
La situación se complicaba porque los mismos taxistas colaboraban con los sasaeng, cobrando grandes cantidades de dinero a adolescentes extranjeras que buscaban acercarse a sus ídolos.
Cuando los confrontaba, se reían y decían: ‘¿Por qué te comportas así, Hee-chul?’ Eso me enfurecía. Estos chicos no tenían idea y estaban pagando enormes cantidades de dinero”— añadió
Lo más inquietante es que los conductores conocían direcciones de casas, bares y restaurantes frecuentados por artistas, exponiendo así su privacidad de manera sistemática.
Kim también reveló que el problema iba más allá de la persecución. Algunos ídolos han denunciado ser tocados en sus partes íntimas de manera reiterada, mientras otros sufrieron invasiones directas en sus espacios personales.
El cantante narró episodios particularmente perturbadores:
Cuando salíamos para eventos programados, se colaban en nuestra casa, tomaban fotos como prueba para publicar en línea e incluso dejaban toallas sanitarias en el dormitorio. Incluso escuché que había gente defecando allí”
Además, en el pasado se documentaron casos de sasaengs que robaban objetos de los artistas para venderlos después en foros de internet.
El comportamiento de Hee-chul frente a estos incidentes no siempre fue bien recibido. Al defenderse y enfrentar a los acosadores, algunos comenzaron a difundir rumores sobre su “mala personalidad”.
Según recordó, cuando se bajaba del autobús para un evento, las multitudes lo rodeaban de manera tan frenética que parecía “una escena de películas de zombies”.
Tras estas revelaciones, miles de fans expresaron su indignación en redes sociales, pidiendo sanciones más severas contra el acoso y mejores medidas de protección para los artistas de la industria musical coreana.
El recuerdo más grave se remonta a 2007, cuando Super Junior sufrió un accidente automovilístico atribuido a este tipo de persecuciones. En ese hecho, Kyuhyun, otro integrante del grupo, estuvo al borde de la muerte.
El testimonio de Kim Hee-chul pone sobre la mesa un debate que la industria del entretenimiento surcoreano ha evitado enfrentar de lleno: cómo proteger a los artistas sin cortar el vínculo con sus verdaderos fans.