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Mauricio Fernández, un impulso de la cultura

El museo emblema que Fernández impulsó como coleccionista, destacó su legado en el sector

Como un enamorado de las artes y un generoso impulsor del acceso a la cultura será recordado Mauricio Fernández Garza, fallecido la madrugada de este martes en Monterrey a los 75 años.
 
 "Se nos va un verdadero enamorado de la cultura, un apasionado incansable que, desde su nacimiento -como él mismo solía decir-, vivió rodeado de expresiones artísticas y patrimoniales, mismas que abrazó con entrega absoluta a lo largo de su vida", comentó Xavier López de Arriaga.
 
 El director de 3Museos, institución regiomontana cuya administración se extiende a La Milarca, el museo emblema que Fernández impulsó como coleccionista, destacó su legado en el sector.
 
 "Su compromiso fue total: como promotor cultural, como mecenas y, sobre todo, como un generoso impulsor del acceso universal a la cultura. Siempre creyó que el patrimonio que la vida le permitió reunir debía compartirse, y lo hizo con profunda convicción y desinteresada vocación de servicio".
 
 Antes que su faceta como político, Fernández -quien, aquejado por el cáncer, recientemente había pedido licencia como Presidente Municipal de San Pedro Garza García, Nuevo León- desarrolló su interés en el arte y el coleccionismo, actividades que marcaron su trayectoria, incluso más allá de su Estado.
 
 Fue, por ejemplo, presidente del patronato del Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca y del Museo del Ojo del Municipio de García, así como benefactor del Museo Franz Mayer, en la Ciudad de México, e impulsor en Monterrey de esculturas urbanas como La Lagartera, de Francisco Toledo, a un costado del Museo de Historia Mexicana.
 
 Por su parte, Melissa Segura, Secretaria de Cultura de Nuevo León, destacó que el Estado tiene ahora la responsabilidad de resguardar y preservar el último gran legado de Fernández, La Milarca, su casa réplica que alberga en San Pedro a alrededor de 3 mil 500 obras de su colección, dentro del Parque Rufino Tamayo, abierta al público el año pasado.
 
 "Reconocemos y agradecemos el compromiso con la promoción cultural y el coleccionismo que siempre distinguieron a Mauricio Fernández", señaló la funcionaria.
 
 "(La Milarca fue) un proyecto de vida que con generosidad y visión entregó a la comunidad".
 
 Ricardo Marcos, Secretario Técnico de Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León (Conarte) describió a Fernández como un político y empresario visionario y fuera de lo ordinario, que apostó siempre por las artes.
 
 "A diferencia de otros coleccionistas, él vio para su ciudad. Su legado quedará para futuras generaciones. Quienes lo conocimos le estaremos agradecidos siempre", expresó.
 
 "En cada museo que fundó, en cada proyecto que apoyó, dejó sembrada una semilla de eternidad", expresó, por su parte, la promotora cultural Liliana Melo de Sada, quien ponderó a Fernández como un gestor y mecenas único, con una generosidad sin límites y una entrega al arte que transformó a su Estado.
 
 "Su pasión por preservar la memoria, por abrir espacios al conocimiento y por enriquecer el espíritu de nuestra comunidad, lo colocan en la historia como un verdadero guardián del patrimonio cultural de Nuevo León".
 
 También lo despidió Bárbara Herrera de Garza, Presidenta del Patronato de la Escuela Superior de Música y Danza de Monterrey, quien lo describió como un hombre que no tuvo miedo a vivir intensamente, y que logró todo lo que se propuso con una personalidad sencilla y cercana.
 
 "Logró cautivar a miles de personas, artistas y empresarios", compartió. "Lo que más le admiro es su inteligencia y su capacidad de adelantarse a los tiempos".
 
 En ello coincidió Gerardo Puertas, escritor y promotor.
 
 "Él fue, entre nosotros, una persona que se adelantó a su sociedad, siendo capaz de ver más hondo, más lejos y más alto en materia de coleccionismo, rescate, conservación y divulgación del patrimonio cultural; la relevancia comunitaria de los museos, la importancia de los festivales de artes y el embellecimiento de las ciudades.
 
 "Su labor en estos ámbitos representa un aporte de primera línea".
 
La Milarca lo despide
 
 Este martes, La Milarca abrió de manera regular al público. Solamente suspendió por unas horas el ingreso de visitantes para dar paso a un memorial que en el acceso principal montaron funcionarios del Municipio que encabezó Fernández por cuatro ocasiones.
 
 Yolanda Falcón, directora de Relaciones Públicas del museo, recordó el amor que Fernández le tenía a este espacio.
 
 "Nos logró transmitir ese respeto al recinto, al espacio, a la mística que hay en cada una de las piezas. Nos contaba las historias de cómo adquirió cada una; siempre había una historia diferente", compartió.
 
 "Cuando nos veía muy preocupados en el proceso de tener todo listo para cuando abriéramos al público, él decía que dejáramos solito echar a andar el proyecto; nos decía mucho que echáramos a andar la carreta y que las calabazas solas se iban a acomodar".
 
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