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Activistas colocan gran manta en la Estela de Luz para exigir al gobierno proteger la Selva Maya

Activistas de GreenPeace México acusaron que el Tren Maya ha generado la tala masiva de árboles, la afectación a los cenotes y la desintegración de los hábitats.

Ambientalistas de GreenPeace México protestaron, con una manta colocada en la Estela de Luz, contra la devastación de la selva Maya producida por los proyectos prioritarios del gobierno como el Tren Maya.
 
Acusaron que la obra ha generado la tala masiva de árboles, la afectación a los cenotes y la desintegración de los hábitats en el sureste del país.
 
¿Por qué escalaron la Estela de Luz?
Nueve activistas ambientales escalaron esta mañana 70 metros de la Estela de Luz para colocar una manta con el mensaje: “La Selva Maya Grita. Semarnat, ¡Sálvala!”, en una exigencia directa a la dependencia dirigida por Alicia Bárcena, quien reconoció la devastación ambiental ligada al Tren Maya, pero que no ha ordenado acciones o medidas de mitigación ambiental necesarias para revertir el daño a la selva.
 
“Tan solo en los últimos cinco años fueron deforestadas casi 300 mil hectáreas. Eso es más de lo que se perdió a lo largo de veinte años previos”, refirió Carlos Samayoa, integrante de GreenPeace México.
 
“Estamos hablando del pulmón más importante de México y el segundo más grande la región y hoy está bajo la presión de la industria inmobiliaria, de la hotelera, de la infraestructura ferroviaria y otras que solo ven en la Selva la posibilidad de extraer recursos en beneficio propio”, agregó.
¿Qué está pasando en la Selva Maya?
Cabe recordar que en marzo pasado el mismo gobierno mexicano reconoció los impactos ambientales causados por la construcción del Tramo 5, deforestando más de 10 millones de árboles y generando impactos irreversibles para especies en peligro de extinción, incluyendo la incrustación de 15 mil pilares de gran escala en el suelo kárstico de la zona, lo cual está ocasionando contaminación al acuífero del que dependen especies animales y poblaciones de la Península, advirtió la organización ambiental.
 
De acuerdo con los ambientalistas, los daños a la selva podrían incrementarse no solo por el boom inmobiliario producido por el Tren Maya, sino por la rama carguera del mismo proyecto, así como por la conversión de Calica en un proyecto turístico, así como la extensión del tren a Bélice y Guatemala.
 
“Esta expansión no solo amenaza a la biodiversidad, también pone en riesgo a las comunidades locales, mayas y campesinas, cuyo territorio está siendo transformado sin procesos adecuados de consulta ni respeto a sus derechos colectivos”, agregó Samayoa.
 
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