Con la ratificación ante la Organización de las Naciones Unidas por parte de México y otros cinco países en los últimos días, entró formalmente en vigor el Tratado de Alta Mar.
Se trata del primer acuerdo internacional jurídicamente vinculante que salvaguarda la vida marina en alta mar.
Adoptado en junio de 2023, tras casi dos décadas de debates y negociaciones, el Acuerdo en el marco de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar relativo a la Conservación y el Uso Sostenible de la Diversidad Biológica Marina de las Zonas fuera de la Jurisdicción Nacional (Acuerdo BBNJ, por sus siglas en inglés) se abrió a la firma el 20 de septiembre de ese mismo año.
Entre el 16 y el 22 de septiembre fue ratificado por Sri Lanka, San Vicente y las Granadinas, Sierra Leona, Marruecos, Kirguistán y México, y con ello se superó así el mínimo de 60 ratificaciones para activar la entrada en vigor del instrumento, lo que ocurrirá el 17 de enero de 2026.
María José González Bernat, directora del Programa de Océanos de la Asociación Latinoamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA),resaltó la relevancia del Tratado de Alta Mar para la región.
"Latinoamérica alberga una de las mayores reservas de biodiversidad marina del planeta y cuenta con extensas zonas económicas exclusivas que se conectan directamente con la alta mar. Además, sus sociedades dependen del océano para la seguridad alimentaria, la economía costera y la resiliencia climática, por lo que la voz de la región es indispensable", expuso en una declaración.
AIDA destacó en un comunicado que el instrumento prevé la creación y el manejo adecuado de áreas marinas protegidas (ANP) en alta mar para conservar y rescatar la rica biodiversidad albergada en el océano.
Entre las AMP que se proponen se encuentran: las cordilleras submarinas de Salas y Gómez y Nazca, (en Chile) la elevación submarina de Lord Howe, el Mar de Tasmania meridional, el Mar de los Sargazos y el domo térmico del océano Pacífico oriental (Centroamérica).
El tratado establece además que cualquier actividad nueva en alta mar está sujeta a evaluaciones de impacto ambiental que incluyan los impactos acumulativos de múltiples actividades en un solo ecosistema.
Al ratificar el instrumento el pasado lunes, México planteó una excepción que establece que "la aplicación de las disposiciones de este Acuerdo no se extiende a las actividades relativas a los recursos genéticos marinos y a la información digital sobre secuencias de recursos genéticos marinos de zonas fuera de la jurisdicción nacional, recolectada o generada antes de la entrada en vigor" para el país.