Tan solo las ventas de marcas chinas significan 8.2 por ciento del total en el mismo periodo
La propuesta de aumentar los aranceles a vehículos fabricados en China divide a la industria automotriz, pero traerá consecuencias para los consumidores mexicanos.
Los autos manufacturados en ese país, tanto de marcas chinas como de estadounidenses y otras que producen en dicha nación y desde ahí exportan hacia México, representa 18.5 por ciento del total de los vehículos ligeros que se comercializaron en el mercado mexicano entre enero y agosto de este año, según cifras de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).
Tan solo las ventas de marcas chinas significan 8.2 por ciento del total en el mismo periodo.
A decir de Eugenio Grande, director de Electro Movilidad Asociación (EMA), el restringir el acceso de vehículos a México a través de aranceles en función del país de procedencia limitará la diversidad de modelos y rangos de precio, además de que encarecerá la transición a la electromovilidad, restará competitividad al mercado y retrasará el avance de la adopción de estas tecnologías.
Destacó que, basado en estudios del International Council on Clean Transportation, del 2021 al 2024 los autos eléctricos e híbridos conectables han reducido sus precios en 37 y 35 por ciento, respectivamente, mientras los de combustión interna han aumentado en promedio 24 por ciento y los aranceles propuestos causarán que la gran mayoría de los vehículos aumenten de precio.
Para Eric Ramírez, CEO de la consultora Urban Science, si bien es cierto que la democratización de los vehículos eléctricos e híbridos en el País fue gracias a la entrada de autos fabricados en China, lo cierto es que la agresividad de las marcas de ese país empezó a provocar la guerra de precios.
"China ya se convirtió en una crisis comercial y el mismo Gobierno está luchando por contenerla. Los aranceles complementarios de 30 por ciento propuestos por México no van a ser inflacionarios porque existe la competencia. Si una marca china decidiera impactar sus precios en 30 por ciento dejaría de vender porque las demás marcas mantendrían sus precios", expuso en entrevista.
Refirió que si BYD decidiera incrementar el precio de su modelo más vendido, el Song Plus, en 30 por ciento, los mexicanos mejor buscarían otras opciones en marcas como Toyota, Ford o Chevrolet.
"Por ello lo que les queda a las marcas chinas es subir marginalmente sus precios, máximo 5 por ciento, y absorber el resto del costo. En un mercado abierto como el mexicano, no es virtud de ninguna marca mantener bajos los precios; la misma oferta de casi 500 modelos y la demanda de los consumidores es lo que define los precios", señaló.
Con mayores aranceles a los autos hechos en China habrá una competencia sin distorsiones, dijo.