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La NASA fotografía 'dos ojos saltones en una calavera': son resultado de lo que pasó hace 17.000 años

Un astronauta en la ISS consiguió capturar la fotografía. La vulconalogía, procesos internos de la Tierra y otros muchos factores explican este fenómeno visible desde el espacio.

La NASA ha compartido una fotografía en la que dos lagos volcánicos parecen mirar hacia el cielo desde una península con aspecto de calavera. Se trata de Apoyeque y Xiloá, formaciones situadas en la península de Chiltepe, en el lago Managua de Nicaragua, resultado de erupciones ocurridas hace aproximadamente 17.000 años. 
 
El relieve de Chiltepe se adentra en el lago Xolotlán con una silueta redondeada que, vista desde tierra firme, pasa desapercibida. Sin embargo, desde la órbita, la península revela un contorno semejante a un rostro humano en el que destacan dos cavidades perfectamente delimitadas por las lagunas volcánicas.
Este curioso efecto visual ha despertado el interés de investigadores y aficionados, ya que pone de manifiesto cómo la perspectiva espacial transforma la forma de interpretar la geografía terrestre. Lo que desde la superficie es una península más, desde el espacio adquiere la forma de una figura inquietante.
 
El origen de las lagunas volcánicas
El lago de Apoyeque ocupa una caldera a unos 400 metros de altitud y tiene un diámetro cercano a 1,7 kilómetros. La Laguna Xiloá, en cambio, se formó tras la interacción explosiva entre magma y el agua subterránea, alcanzando 2,4 kilómetros en su punto más ancho. Ambas estructuras constituyen los “ojos” que completan la imagen de la calavera.
 
Las diferencias de altitud entre ambas cuencas hacen imposible contemplarlas al mismo tiempo desde el nivel del suelo, algo que sí es posible desde el espacio. Este contraste refuerza el carácter excepcional de la fotografía captada por la agencia espacial estadounidense.
 
Además de la forma, el color refuerza la ilusión. El agua de Apoyeque muestra un tono verdoso, mientras que Xiloá refleja un azul intenso. Este contraste recuerda al fenómeno de la heterocromía, por el que los ojos de una misma persona presentan diferentes tonalidades. 
 
El contorno de los cráteres y el efecto visual generan la sensación de que ambas lagunas son más similares en tamaño de lo que realmente son. Este engaño óptico, unido a la paraeidolia, aumenta el parecido con unos ojos humanos incrustados en un cráneo.
 
Actividad volcánica y riesgos
Los registros geológicos consideran a ambos sistemas como volcanes activos, aunque sin erupciones recientes. La Laguna Xiloá experimentó su último episodio hace unos 6.000 años, mientras que Apoyeque registró la erupción más explosiva hacia el 50 a. C., moldeando el cráter que hoy contiene sus aguas.
 
En 2012 se detectó un enjambre sísmico vinculado al movimiento de magma bajo Apoyeque, aunque no supuso una amenaza inmediata. No obstante, los expertos advierten de que, en caso de producirse una erupción, las poblaciones cercanas como Bosques de Xiloá y parte de Managua podrían verse afectadas.
 
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