La NASA fotografía el Sol y encuentra un fenómeno potencialmente peligroso para la Tierra
La mancha tiene un tamaño que multiplica por cientos de veces el de la Tierra. Se estima que liberó corrientes de viento solar que alcanzaron nuestra magnetosfera.
Una sorprendente imagen del Sol, difundida por la NASA, mostró un gigantesco corazón formado por un agujero coronal. Este fenómeno liberó intensas corrientes de viento solar que alcanzaron la magnetosfera de nuestro planeta y provocaron auroras en latitudes altas.
El peculiar patrón se situó en la cara del Sol orientada hacia la Tierra, llegando a superar en tamaño a cientos planetas juntos. Estos agujeros no son huecos reales, sino regiones donde el campo magnético se debilita, permitiendo la fuga de plasma al espacio y apareciendo como manchas oscuras en longitudes de onda ultravioleta.
Cuando los vientos solares derivados de un agujero coronal chocan contra la atmósfera, parte de sus partículas se canaliza hacia los polos. Allí interactúan con los gases atmosféricos, dando lugar a auroras de gran intensidad. Según el Observatorio de Dinámica Solar (SDO), la actividad registrada en septiembre desencadenó una tormenta geomagnética notable.
Aunque las eyecciones de masa coronal suelen ser más espectaculares, los vientos de estas formaciones también pueden causar perturbaciones relevantes en comunicaciones y satélites. En esta ocasión, además de auroras, se detectaron fluctuaciones en el campo magnético terrestre.
Actividad solar y ciclo de 11 años
Este episodio se enmarca en el actual máximo solar, fase de mayor intensidad del ciclo de 11 años. A pesar de que se espera un descenso progresivo en los próximos años, los expertos recuerdan que los agujeros coronales seguirán manifestándose como parte de la dinámica natural de nuestra estrella.
Un estudio del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA advierte, además, de un incremento sostenido en la fuerza del viento solar desde 2008. Esto sugiere que el próximo Ciclo Solar 26 podría traer consigo episodios de igual o mayor intensidad, reforzando la importancia de continuar con la observación permanente del Sol.