A través de sus redes sociales, el influencer regiomontano Édgar Martínez Esparza dio a conocer la fecha de su boda con su prometida, Valeria Bermea. La noticia sorprendió a sus seguidores y gana popularidad porque pone de manifiesto que el generado de contenido ya no es aquel niño de 11 años que saltó a la fama y dio pie al primer meme viral en México que es recordado como “Édgar se cae”.
El generador de contenido anunció el pasado 26 de mayo que le pidió matrimonio a su novia. “Un día muy especial con una persona muy especial”, escribió en la publicación que hizo en su perfil de Instagram. Publicó una galería de fotos de la pedida de mano que realizó en las Bodegas del viento, que se sitúan en la Sierra de Arteaga, en Coahuila.
Cuándo será la boda de Édgar Martínez Esparza
Ahora Édgar Martínez Esparza informó que él y su prometida ya tienen la fecha para la boda: el 10 de octubre de 2026. Para hacer el anunció, la pareja realizó una sesión de fotos en Cuatro Ciénegas, destino que también se encuentra en Coahuila.
A través de la publicación, el generador de contenido regiomontano y su pareja reciben felicitaciones, pero usuarios también hacen bromas, recordando su video viral que dio pie a uno de los memes más conocidos en México.
“Sólo no haga la boda cerca de los lagos o ríos”, “ella te va a defender para que no te tiren al río, ¡felicidades!”, “en mis tiempos no se valía empujar al agua” y “felicidades, gracias por las risas, wey”, son mensajes que se leen en la última publicación de Édgar Martínez Esparza.
Édgar Martínez Esparza se hizo famoso hace casi 20 años porque protagonizó un video que se volvió viral en YouTube y luego en otras redes sociales. Mediante el clip se observa que iba a cruzar un río al caminar sobre dos troncos. Sin embargo, se observa que su amigo jala uno de los troncos, provocando su caída. De ahí surgió la frase “Édgar se cae”.
Posteriormente, del video surgieron memes, que fueron los primeros en ser virales en México. Además, se recuerda que el influencer regiomontano gritó en aquel momento “¡ya, wey!”, así que esta frase también está vinculada a él.