plano informativo

Monos voladores

En la narración del Mago de Oz, la bruja del oeste, enviaba a sus secuaces malvados, unos pequeños monitos alados, a escuchar conversaciones de sus víctimas para seguirlas controlando.  De allí que se le ha llamado de esa forma a las personas que rodean a un(a) perpetrador(a), a alguien que acosa, lastima, humilla y excluye a alguna persona. Podemos ver en diversos filmes esta ecuación constantemente:

La chica o el chico llenos de maldad que tienen un séquito de seguidores obedientes y que en muchas ocasiones también son humillados por el o la tirana y le solapan la violencia verbal, psíquica, mental y física hacia una o varias personas. Estos acosadores pasivos, los que se voltean para otro lado, los que presencian el abuso escolar, laboral o familiar y que no defienden, no hablan y no se inmutan, lo permiten en algunas ocasiones por miedo a ser linchados simbólicamente, verbalmente o de cualquier otra lastimosa manera, pues tienen pavor a ser ellos a quienes les toque el siguiente turno.

Temen ocupar el lugar de la víctima y sufrir todas aquellas torturas psicológicas evidentes y otras más ocultas, que los que están justo ahora frente a ellos en el patíbulo frente a su verdugo(a). ¿Cuántas veces has justificado los actos reprobables de alguien hacia otra persona, justificando su violencia en nombre del amor? ¿O acaso eso ha pasado contigo? ¿Tu familia te pide que comprendas la violencia de alguna persona de la familia y que calles?

“Es que de niño(a) sufrió mucho.” “Mira las desgracias que le han pasado, por eso es así” Y ¿La víctima por qué tendría que pagar por lo que hicieron otros en antaño? ¿Te has puesto a pensar que un mono volador está siendo utilizado y manipulado también por el acosador? En infinidad de ocasiones, el o la bully, interpreta magistralmente el papel de víctima, de ser virtuoso(a), de integridad y rectitud y hace quedar a la verdadera víctima muy mal parada frente al resto de los conocidos. Sin embargo, si tu gente te ama y tiene conciencia y cierta madurez, es muy posible que no se dejen llevar por las campañas de difamación en tu contra.

Si es que juegas o has jugado el papel de la víctima. Y si has sido tú un o una mono(a) volador(a), entonces es algo muy doloroso darse cuenta de que le dejaste de hablar a alguien que es realmente valioso(a) por la influencia macabra de una persona habitada por la oscuridad. Simon de Beauvoir dice: “El opresor no sería tan fuerte, si no tuviera cómplices entre los propios oprimidos.” 

El acoso es un crimen psíquico grupal, con una cabeza maligna que planea maquiavélicamente todo y que manipula a la gente cercana de la víctima, a quien envidia por su bondad, candidez, talento, amor, brillo o cualquier otra bella cualidad, para que esa persona generalmente empática, se quede sola, atrapada y aislada.

La habilidad para meter cizaña es magistral, también para persuadir y convencer a las personas de que te vean con malos ojos. Detrás del carisma que caracteriza a estos personajes perversos existe una necesidad de adulación y constante admiración, así que son muy carismáticos, sin embargo, no hay que olvidar que son máscaras.

¿A cuántas personas engaña el o la victimario(a), con su brillo robado? ¿Cuántos monos voladores han estado siendo utilizados para que sean los mensajeros del inframundo y lastimen a alguien que incluso aman? Porque él o la perpetrador(a) es muy bueno(a) en convencer al resto de su inocencia y de tu maldad. En ocasiones puedes terminar siendo aprehendido tú por los actos de dicho personaje malévolo.  Cuando ya no te puede controlar, te pone en contra al resto del grupo.

Si no lo logra, entonces allí no hay monos voladores, pero si lo logra, querido amigo(a) tienes que salir de allí de inmediato.

Y es muy triste para una víctima de acoso, sufrir en ocasiones la traición vincular y después hacer muchos duelos de personas que amaba y pensaba que le amaban, que le dieron la espalda como buenos monos voladores, cuando su depredador(a) les convence de que no te miren y logra excluirte.

No le hablen, no le inviten, no es uno(a) de los nuestros(a). Entonces, comprendemos que posiblemente lo más doloroso del bullyng, es no solamente haber caído en la trampa de un(a) depredador(a) psíquico(a), sino que vivir la traición y desenmascaramiento de las personas con las que supuestamente contaba y que incluso son de su propia sangre en ocasiones. ¿Has defendido a un perpetrador(a)? ¿Te volteas para otro lado? ¿Participas en el linchamiento psicológico y la exclusión? ¿Te lo han hecho a ti? Te invito a que pares con este programa.

No seas cómplice de los victimarios. Y si te han hecho pasar por esta tortura, ese(a) perseguidor(a) te ha mostrado con quien verdaderamente cuentas. Los monos voladores no son gente que está conectada a su corazón y a su discernimiento y no son de ninguna manera leales contigo. Construir un escudo fuerte de discernimiento, autoestima y amor propio, no te permitirá ser mono volador, dejarte manipular o ser cómplice de injusticias. 

Y si has descubierto a monos voladores a tu alrededor, comprendo que es un dolor profundo de duelo en tu corazón, sin embargo, esos espacios que ellos dejaron, al llenarlos de amor propio, serán nuevos jardines en dónde recibir a personas leales, amorosas y que sepan cuidar lealmente de tu corazón y tu inocencia. ¡Fuera monitos, a volar para otro lado!

Gracias por caminar juntos.
Tu terapeuta.
Claudia Guadalupe Martínez Jasso.

OTRAS NOTAS