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SLP bajo riesgo, camiones de gas y vehículos inseguros circulan sin control

Cada día se atienden entre ocho y once reportes de fugas en tanques de gas transportados en autos particulares

San Luis Potosí, SLP.- En la capital potosina, las autoridades han encendido las alarmas ante prácticas irregulares en el transporte de gas y el deterioro del parque vehicular que, juntos, representan un cóctel de riesgo para la población. Aunque hasta ahora no se han registrado tragedias mayores, especialistas advierten que San Luis Potosí podría enfrentar un siniestro similar al ocurrido recientemente en la Ciudad de México con la explosión de una pipa de gas.
 
El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana Municipal, Juan Antonio Villa Gutiérrez, reveló que en lo que va del año se han detectado casos de trasvase clandestino de pipas de gas hacia vehículos particulares, una práctica ilegal y altamente peligrosa. Por estas irregularidades se aplicaron multas superiores a los 100 mil pesos y se clausuraron las unidades involucradas.
 
Las sanciones no son menores de acuerdo con la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (CONAMER), el transporte de gas L.P. sin la identificación adecuada en auto-tanques, semirremolques o carro-tanques, o el uso indebido de logotipos de otros permisionarios, puede costar entre 5,000 y 30,000 veces el salario mínimo, es decir, millones de pesos en sanciones para las empresas infractoras.
 
Aun así, la circulación de estos camiones en zonas restringidas —como el Centro Histórico y áreas escolares— sigue siendo una preocupación. Protección Civil municipal y estatal han impuesto reglas claras, solo vehículos pequeños y en horarios controlados pueden ingresar a estas áreas. Sin embargo, el incumplimiento es frecuente y representa un riesgo latente.
 
El comandante del Cuerpo de Bomberos Metropolitano, Adolfo Benavente Duque, añadió otro foco rojo, los automovilistas. Cada día se atienden entre ocho y once reportes de fugas en tanques de gas transportados en autos particulares. Los cilindros de 30 kilos son los más dañados, debido al desgaste en la base que provoca corrosión y fugas al momento de rellenarlos.
 
En paralelo, los bomberos han respondido en apenas un mes a 12 incendios en vehículos, la mayoría ocasionados por fallas eléctricas o mecánicas. Los automóviles fabricados en los años noventa —que circulan aún en gran número— presentan instalaciones deterioradas, modificaciones caseras, fugas de combustible y ausencia de mantenimiento, lo que los convierte en verdaderas bombas móviles.
 
“Cada semana atendemos al menos tres incendios vehiculares. Son situaciones que podrían evitarse con revisiones periódicas, pero la negligencia y la falta de cultura de prevención ponen en riesgo a todos”, advirtió Benavente Duque.
 
En San Luis Potosí, la combinación de camiones de gas que circulan fuera de norma, autos particulares transportando cilindros deteriorados y vehículos inseguros por falta de mantenimiento ha creado un escenario frágil. Las estadísticas reflejan un aumento en las emergencias y la capacidad de respuesta de bomberos y Protección Civil se encuentra al límite.
 
El riesgo no es hipotético. México ya ha sido testigo de lo que una explosión de gas puede provocar en una zona urbana densamente poblada. San Luis Potosí no está exento de vivir una tragedia de esa magnitud si no se endurecen las sanciones y se fortalece la supervisión.
 
La capital potosina enfrenta un problema doble, por un lado, empresas gaseras que priorizan ganancias sobre la seguridad y, por otro, ciudadanos que circulan con vehículos inseguros, ignorando la importancia del mantenimiento. La pregunta no es si ocurrirá un accidente, sino cuándo.
 
San Luis Potosí está a tiempo de evitar una catástrofe, pero requiere acciones firmes, sanciones ejemplares, vigilancia constante y, sobre todo, conciencia ciudadana. Porque mientras las pipas circulen donde no deben y los automovilistas sigan conduciendo autos inseguros, la ciudad seguirá caminando sobre una línea delgada entre la normalidad y la tragedia.
 
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