En México, septiembre marca un periodo de cambio en el clima del país, pues la temporada de lluvias comienza a alejarse, mientras los frentes fríos empiezan a hacerse presentes, anunciando la llegada de temperaturas más bajas.
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), la temporada de lluvias suele extenderse hasta finales de noviembre; sin embargo, a partir de la segunda quincena de septiembre, los frentes fríos comienzan a ingresar al territorio, provocando descensos de temperatura, vientos y un ambiente que se siente distinto al calor húmedo del verano.
Los especialistas explican que este cambio no ocurre de un día para otro. En algunas regiones del país, sobre todo en el norte y el altiplano central, los efectos del frío se sienten antes, mientras que en el sureste las precipitaciones pueden prolongarse hasta bien entrado noviembre.
El equinoccio de otoño, que ocurre alrededor del 22 o 23 de septiembre, marca de manera oficial el inicio de una nueva estación, pero es el comportamiento de los frentes fríos el que define los días más frescos y con menor humedad. Según la Comisión Nacional del Agua, en promedio se presentan entre 51 y 56 frentes fríos por temporada, lo que hace que el ambiente se torne más seco y con variaciones bruscas de temperatura.
¿Cuándo terminan las lluvias?
Este fenómeno trae consigo retos particulares. Tras meses de precipitaciones intensas, los suelos permanecen húmedos y los ríos cargados, lo que combinado con ráfagas de viento y lluvias residuales, puede derivar en tormentas, caída de granizo o deslaves. Al mismo tiempo, la llegada del aire polar empieza a generar noches frías que afectan con mayor intensidad a comunidades de zonas altas, donde las mínimas pueden descender de forma repentina.
Ante este escenario, las autoridades de salud y protección civil han lanzado una serie de recomendaciones para evitar complicaciones. El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) recuerda que el cambio de clima suele aumentar los casos de enfermedades respiratorias, por lo que se recomienda vacunarse contra la influenza y reforzar los cuidados preventivos.
También sugieren no exponerse a cambios bruscos de temperatura, proteger especialmente a niños y adultos mayores, y mantener una buena alimentación con productos ricos en vitamina C.
Recomendaciones ante cambios de clima
Por su parte, la Secretaría de Gobernación ha señalado que, aunque los frentes fríos más intensos llegan entre noviembre y enero, es en septiembre y octubre cuando la población suele descuidarse, pues todavía se perciben lluvias y se subestima el riesgo de las bajas temperaturas. Las autoridades locales, sobre todo en estados del norte y centro, ya preparan la habilitación de albergues temporales en caso de descensos severos.
Algunas recomendaciones para cuidarse de las bajas temperaturas y no enfermarse son:
• Consumir frutas y verduras ricas en vitamina C, como guayabas, naranjas y mandarinas, que fortalecen el sistema inmunológico.
• Usar ropa abrigadora y vestir en capas para adaptarse a los cambios de temperatura a lo largo del día.
• Cubrir cabeza, orejas, nariz y manos, ya que son las zonas más sensibles al frío.
• Evitar el uso de anafres, braseros o estufas de gas en espacios cerrados para prevenir intoxicaciones por monóxido de carbono.
• Mantener las viviendas ventiladas durante el día y cerrarlas por la noche para conservar el calor sin poner en riesgo la salud.
• Lavarse las manos de manera constante y cubrirse al estornudar o toser para reducir la propagación de virus.