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‘El mundo de Beakman’: la historia del programa de ciencia favorito de los mexicanos

El mundo de Beakman. Ese programa educativo de ciencia, con experimentos locos y un científico de cabello en punta, fue el más famoso en México durante esos años.

El mundo de Beakman emergió como un oasis para quienes querían aprender sin aburrirse: con experimentos, humor absurdo y demostraciones vistosas, este programa se volvió parte del recuerdo colectivo de muchas familias.

Protagonizado por un científico excéntrico, acompañado por su asistente y su rata de laboratorio, el show tenía la fórmula perfecta para capturar la atención: respuestas claras, curiosidades inusuales y una actitud lúdica que rompía con lo que se veía normalmente en televisión educativa.

El simple hecho de poner la ciencia al servicio del entretenimiento hizo que Beakman se ganara un lugar especial en los hogares mexicanos. Pero, ¿qué pasó con el personaje detrás del título?

El mundo de Beakman tuvo su origen en la tira cómica “You Can with Beakman and Jax”, de Jok Church, la cual recorría periódicos con explicaciones simples y experimentales. El formato fue bien recibido y, en 1992, se convirtió en programa televisivo en TLC, para luego migrar a la franja matutina infantil de CBS. Llegó a verse en hasta 90 países.

El personaje principal, interpretado por Paul Zaloom, era un científico excéntrico, acompañado por su asistente femenina (que cambió cada temporada: Josie, Liza y Phoebe) y por Lester, la “rata” de laboratorio. También destacaban los pingüinos Don y Herb como guiños cómicos recurrentes.

Los episodios respondían preguntas de los espectadores, muchas veces enviadas por correo, lo que generaba un sentido de participación. También se hacían experimentos fáciles que podían replicarse en casa, bajo supervisión de un adulto.

El programa recibió numerosos premios, incluidos Daytime Emmys y reconocimientos como mejor programa infantil. Fue valorado por combinar humor y pedagogía, y logró que muchas generaciones sintieran curiosidad científica.

En México, El mundo de Beakman se transmitió principalmente por Canal Once del Instituto Politécnico Nacional (IPN). La emisión inicial mexicana fue en los años noventa; se mantuvo en la programación algunos años después a través de repeticiones e incluso revivió en ciertos horarios.

El show fue adaptado al púbico mexicano por medio del doblaje al español latinoamericano, la traducción de chistes o referencias, y fue parte importante para que el programa no se sintiera “lejano”.

En esa época en México, muchos canales de televisión abierta tenían programación infantil, pero pocos con contenido científico divertido. Para los niños de la década de los 90 y principios de los 200, El mundo de Beakman fue una puerta de entrada a la curiosidad científica.

Instituciones educativas, museos y hasta universidades lo reconocen como un ejemplo de buen divulgador por usar lenguaje cercano, humor y demostraciones visuales. Por ejemplo, la UNAM ha analizado su impacto y ha invitado a Paul Zaloom para presentaciones en vivo que han sido un éxito, aun años después de la finalización del programa.

Tras la finalización de El mundo de Beakman en 1998, Zaloom se enfocó en hacer teatro satírico, documentales y marionetas con tintes políticos; también es co-creador de películas de cine independiente.

En años recientes, ha aparecido en programas de YouTube científicos y llevado su espectáculo “Beakman Live!”, a escenarios alrededor del mundo, combinando ciencia visual, humor participativo y nostalgia viva.

En 2025 estuvo presente como invitado especial en la convención de La Mole en México, donde ofreció firmas de autógrafos, fotos y presentaciones en vivo como parte de la oferta de entretenimiento para los asistentes.

En la actualidad, Paul Zaloom tiene 73 años y se dedica al arte activista y la comedia; es abiertamente gay y padre. Además de su legado infantil, hoy es voz en causas sociales relacionadas con los derechos civiles y las políticas de guerra.

 

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