No solo heredó la potencia musical de la dinastía Aguilar sino que también se ha convertido en un referente para lucir la moda tradicional de México con un aire juvenil y moderno. Y es que Ángela Aguilar, en sus pasos en el escenario, revive la memoria de las adelitas, las flores bordadas de Oaxaca y Chiapas y los rebozos de Santa María del Río así como las joyas de plata de Taxco y la filigrana del sur.
Su vestuario es un manifiesto cultural, compuesto por diseñadores como Lydia Lavín y Benito Santos, ya que cada atuendo es un aplauso a la tradición, y cada detalle, una carta de amor a México.
A continuación, Ángela, bajo la lente del fotógrafo Carlos Latapí, nos muestra algunos de sus looks para celebrar, como se debe, estas fiestas.
¿Qué significa la moda para ti?
La moda, para mí, es una extensión de lo que siento y de lo que quiero compartir con el mundo. No se trata solo de ropa, sino de identidad, de raíces y de emociones. Es una forma de cantar sin abrir la boca.
¿Cómo te inspiras para vestirte?
Me inspiro en mi historia, en mi familia, en las mujeres que admiro y en México. También en lo que estoy viviendo en ese momento: un recuerdo, una emoción, incluso una canción puede marcar lo que quiero ponerme.
¿Tienes algunas marcas mexicanas favoritas?
Sí, me encanta descubrir diseñadores mexicanos. Admiro muchísimo a las marcas que rescatan bordados, textiles y tradiciones artesanales. Creo que en México hay un talento impresionante que merece ser visto en todo el mundo.
¿Cómo eliges tu vestuario para tus presentaciones y para tu vida personal?
En el escenario busco que mi vestuario sea una extensión de la música, que acompañe cada canción y que le dé fuerza al mensaje. En mi vida personal soy mucho más relajada, me gustan mucho los tonos neutros porque me hacen sentir cómoda y auténtica.
Poco a poco he ido descubriendo mi propio estilo; con los años ha cambiado mucho y creo que también ha crecido conmigo. Antes era más insegura, y quizá por eso no me atrevía a usar la moda como yo quería. Hoy la vivo de otra manera: con libertad, con confianza y como una herramienta para expresar quién soy en cada etapa.
¿Por qué es importante poner un acento nacional en tus vestidos?
Porque es mi manera de honrar a mi País, a mi familia y a todas las manos que hacen posible que esas piezas existan. Cada bordado, cada textil, lleva una historia que me gusta contar a través de lo que me pongo.
¿Alguna pieza que sea tu consentida. y porqué?
Tengo varias, pero quizá los vestidos inspirados en las chinas poblanas y los trajes que tienen flores bordadas a mano. Son piezas que me conectan directamente con mi abuela Flor Silvestre, una hermosa mujer y con la tradición mexicana.
¿Qué significa México para ti?
México es todo: mi raíz, mi inspiración, mi orgullo. Es la tierra que me dio mi voz y a la que le debo cada paso de mi carrera.
¿Qué deseas transmitir con tus atuendos?
Quiero transmitir verdad, fuerza y respeto por lo que soy. Que cada prenda hable de mi amor por México, pero también de mi presente, de la mujer joven que soy y que sigue creciendo.
¿Cuáles son tus colores favoritos?
Depende del momento, pero siempre me atraen los colores intensos: el rojo, el negro, el verde y el blanco. Aunque en mi día a día me inclino por los tonos neutros, que me dan calma y equilibrio.
¿Tienes algún accesorio o accesorios favoritos?
Amo las joyas de filigrana, sobre todo cuando tienen un significado especial: piezas que fueron de mi mamá o de mi abuela, o que yo misma he comprado en un momento importante de mi vida.
También quisiera explorar más cosas con mi pelo; como casi siempre lo he tenido corto, no he podido hacerme las trenzas con listones que me gustan. Para mí, eso también es un accesorio hermoso que espero poder llevar algún día.