Jesús Ochoa, además de contar con una carrera actoral, es un padre orgulloso de su hija Jesusa, quien siguió su ejemplo y está forjando su camino en el mundo del entretenimiento sin importar que la llamen "nepobaby".
El intérprete de la telenovela Hermanas, Un Amor Compartido, reconoce que el apellido puede abrir puertas, pero tiene claro que el talento se demuestra con trabajo y en el set.
"La voy a apoyar como su papá, aunque me critiquen. Es más, ella apenas se compró una gorra que dice 'nepobaby' y no le importa que la llamen así", dijo Ochoa, en entrevista.
Para él, verla crecer en lo profesional y encontrar su lugar en el arte es una de sus más grandes satisfacciones.
"Me da mucho orgullo mi hija. La he visto, aunque no puedo verla tan fácilmente porque trabaja mucho, pero al verla no aguanto mi orgullo porque sabe construir personajes como el que hizo en la serie de Chespirito: Sin Querer Queriendo como la hija joven del comediante", comentó el actor.
Cuando Ochoa fungió como Secretario General de la Asociación Nacional de Actores (ANDA), de 2018 a 2022, intentó convencer a su hija de elegir un nombre artístico para hacerse de su estilo.
"Cuando estaba en la ANDA, a ella le tocó inscribirse y le dije 'solamente ponte Jesusa como nombre artístico' y lo hizo, pero al año me dijo 'quiero ser Jesusa Ochoa' porque eres mi papá.
"Me gusta mucho 'Jesusa', pero con la letra 'a' separada, como 'Jesus-a', era su marca, pero al final la que decide es ella", afirmó.
Aunque en sus inicios la joven no le prestaba mucha importancia a los consejos paternos, con el tiempo aprendió a valorar esas enseñanzas.
Hoy, esa dinámica cambió y el vínculo entre ambos se fortaleció.
"El principal consejo que le he dado es que no tome tanto como su papá", bromeó.
"De la carrera, hablamos de ciertas cosas. Ahorita ya tiene 21 años, pero cuando era adolescente me mandaba a la chingada, pero luego pasaban los años, volvía y reflexionaba. Es una buena niña", agregó el actor.
Para Ochoa no pesan los orígenes, sino la dedicación, respeto y disciplina por la actuación; y esa misma visión busca transmitirla a su hija en un medio cada vez más competitivo y exigente.