La franquicia de anime Demon Slayer continúa rompiendo récords. La más reciente entrega cinematográfica, Demon Slayer: Castillo Infinito, ha superado la impresionante cifra de 300 millones de dólares en taquilla global, consolidándose como uno de los mayores éxitos del anime en los últimos años.
De acuerdo con información de Variety, la película fue producida con un presupuesto estimado de 20 millones de dólares, lo que convierte su rendimiento en taquilla en un fenómeno de rentabilidad dentro de la industria del entretenimiento.
Con una animación de altísima calidad, una historia intensa y un fandom global consolidado, Castillo Infinito confirma que Demon Slayer no es solo una serie de culto, sino el anime más importante de la última década.
El éxito comercial de esta cinta reafirma el impacto que las producciones japonesas están teniendo en el mercado internacional, dejando claro que el anime ya no es un nicho, sino un pilar cultural del entretenimiento global.