Netflix revive uno de los episodios más oscuros de la historia criminal mexicana con Las Muertas, una serie dirigida por Luis Estrada que se estrena el 10 de septiembre. La producción está inspirada en la novela homónima de Jorge Ibargüengoitia, basada a su vez en el aterrador caso de Las Poquianchis, cuatro hermanas que entre las décadas de 1940 y 1960 construyeron una red de trata, prostitución y asesinato en Jalisco y Guanajuato.
Delfina, María de Jesús, Carmen y María Luisa González Valenzuela crecieron en un hogar marcado por la violencia: un padre autoritario y una madre profundamente religiosa que usaba el castigo como método de crianza. Ese entorno fue el origen de lo que se convertiría en uno de los casos de criminalidad más atroces en México.
Las víctimas eran principalmente jóvenes rurales, muchas de ellas menores de edad, captadas bajo engaños y obligadas a prostituirse en condiciones infrahumanas. Cuando enfermaban o dejaban de ser “rentables”, eran asesinadas y enterradas clandestinamente. Se estima que al menos 91 mujeres perdieron la vida, aunque algunos cálculos elevan la cifra a 150.
La red se derrumbó en 1964, tras la denuncia de Catalina Ortega, una joven que logró escapar y alertar a las autoridades. Su testimonio permitió un operativo en el rancho Loma del Ángel, donde hallaron víctimas en estado crítico. Las hermanas fueron arrestadas y condenadas a 40 años de prisión.
La brutalidad del caso generó una ola de indignación y trascendió en el ámbito cultural. La novela Las Muertas retrató el horror con tintes de ficción y crítica social, y ahora, bajo la dirección de Estrada, llega a Netflix para revivir una historia que sigue estremeciendo por su crudeza y vigencia.