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Desafía logística a carga en AIFA

Los concesionarios y permisionarios todavía sufren obstáculos logísticos y financieros al respecto

A dos años de que la 4T ordenara la mudanza de las operaciones de carga aérea del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) al Felipe Ángeles (AIFA), los concesionarios y permisionarios todavía sufren obstáculos logísticos y financieros al respecto.

El 1 de septiembre de 2023 entró en vigor dicho decreto del ex Presidente Andrés Manuel López Obrador, una medida de la cual se ha quejado incluso el Gobierno del Estados Unidos, al considerar que con ella el País viola el Acuerdo Bilateral en Servicios Aéreos.

Humberto López, responsable de la estrategia, gestión y rentabilidad de los servicios de carga aérea en Eternity México, señaló que uno de los problemas es la seguridad en las vías de la zona.

"Además, a veces se presentan demoras para hacer los despachos, sobre todo en carga de importación, o hay dificultades técnicas de sistemas y falta de personal", destacó el directivo del operador logístico.

El experto indicó que a las empresas que les pudo haber convenido mudar sus operaciones al AIFA son principalmente aquellas que manejan carga que no se queda en la Ciudad de México y que se va para el Bajío o el norte del País.

Sin embargo, explicó que para otras empresas sí representa un desafío operar desde Santa Lucía, sobre todo para aquellas que prefieren hacer tránsitos internos del AIFA al AICM para efectuar el despacho de su carga en el aeropuerto capitalino.

En esos casos, dijo López, se pierde tiempo porque los traslados no son rápidos, y se generan costos adicionales por los temas de la distancias y el origen y destino de las mercancías.

"Hay algunas empresas a las que les está costando más caro. Al final, la ubicación que se buscó posiblemente no fue la más adecuada", apuntó.

Rodrigo Pérez Alonso, especialista del sector aéreo, comentó que esta "decisión política basada en caprichos" -con el argumento de descongestionar al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México- trae unas consecuencias negativas en términos operativos que para algunas empresas ha representado un incremento de costos de entre 15 y 35 por ciento en fletes urbanos.

Por ejemplo, si vienen flores de Colombia y tienen destino final a la Central de Abasto de la Ciudad de México, desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles se incrementa 30 por ciento el costo de transportación, ya que de ahí lo tienen que transportar 45-50 kilómetros, comentó.

En algunos casos, añadió, el costo de transportación puede ser hasta 100 por ciento o la pérdida del producto por algún error en la cadena fría, de seguridad o retrasos en el despacho de mercancías.

"El AIFA, en términos logísticos, al no ser un hub multimodal y carecer de infraestructura suficiente para temas de camiones y logística, provoca que les cueste mucho más a las cargueras trasportar desde ahí que desde el AICM", refirió Pérez Alonso. 

Destacó que mucha de la carga que llega a dicho aeropuerto del Estado de México son perecederos y medicinas, pero también sobresalen los textiles, electrónicos y autopartes.

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