San Luis Potosí, SLP.- El Gobierno de San Luis Potosí enfrenta un dilema con el acueducto de la presa El Realito, aunque las fallas en la infraestructura son constantes y afectan el suministro de agua a la zona metropolitana, no es posible cancelar el contrato con la empresa Aquos debido a las condiciones económicas y legales que lo hacen prácticamente incosteable.
Ante esta situación, la administración estatal ha optado por mantener vigente el convenio, mientras obliga a la concesionaria a presentar un plan de trabajo que detalle los tiempos de reparación de los tramos colapsados. La Comisión Estatal del Agua (CEA), encabezada por Pascual Martínez Sánchez, reconoció que la obra fue mal construida y hoy presenta un desgaste acelerado.
Uno de los segmentos más críticos se ubica entre Tierra Nueva y la carretera 57, con aproximadamente dos kilómetros sumamente deteriorados. En esa zona los colapsos se han vuelto recurrentes y, aunque cada reparación suele demorar en promedio cuatro días, cuando la empresa excede ese plazo se le aplican sanciones económicas.
Martínez Sánchez subrayó que el gobierno estatal se ha visto obligado a ser “resiliente” frente a un contrato desfavorable heredado de administraciones pasadas, buscando aprovechar al máximo las condiciones legales para garantizar que el agua continúe llegando a la capital potosina y su área conurbada.
“Es evidente que el ducto fue mal construido; las múltiples rupturas lo demuestran. El material está fatigado y hay tramos seriamente dañados que requieren atención urgente”, señaló el director de la CEA.
Aunque cancelar el contrato es inviable por el costo millonario que implicaría, el gobierno insiste en que la empresa debe responder con acciones concretas para evitar más suspensiones en el abasto. La apuesta oficial es que, una vez rehabilitados los tramos más frágiles, se pueda ofrecer mayor certeza a la población respecto al suministro del líquido.