La derrama económica generada por la entrada de remesas al País tenderá a mantenerse, toda vez que los paisanos en Estados Unidos están encontrando medios no formales para hacer llegar dinero a sus familias, consideró Gerónimo Ugarte, economista en jefe de Valores Mexicanos (Valmex).
Al presentar las perspectivas económicas para el País, Ugarte explicó que son cada vez más los mexicanos que usan a familiares o conocidos para enviar dinero en efectivo a México y evitar así el pago del impuesto de uno por ciento a las remesas enviadas desde Estados Unidos, además de una posible fiscalización de su actividad económica o incluso su ubicación ante las autoridades migratorias.
"Sí creemos que puede haber ese canal alternativo, que es un canal informal, porque no está registrado en ninguna institución oficial y no deja de ser legal. Es perfectamente legal enviar dinero siempre y cuando no rebasa cierto límite", mencionó.
Dijo que, dado que se mantiene un ambiente de incertidumbre en la política migratoria de Estados Unidos, es posible que en los siguientes meses se sigan viendo caídas o al menos estancamiento en la llegada de remesas a México, algo que no necesariamente está ocurriendo con las remesas que salen hacia Colombia, Guatemala y otros países de Latinoamérica.
"Creemos que no va a implicar una caída fuerte en el consumo en México, porque el dinero sigue llegando de una u otra forma. Entonces, lo que nos dicen los datos oficialmente es que sí están llegando ya menos remesas a México. Sin embargo, este uso de canales informales nos implicaría que el poder adquisitivo nos afectaría tanto", mencionó.
No obstante, alertó que las industrias en las que usualmente trabajan los mexicanos en EU, como son la manufactura y la construcción, están mostrando debilidad actualmente, por lo que, al requerir menos mano de obra, podría afectar directamente los ingresos de los migrantes que trabajan en ellas y con ello repercutir en los recursos que llegan a México.
"No hablamos de un impacto por desempleo, sino por subempleo. El sector de construcción es muy peculiar porque son contratos por hora, normalmente son pagos por hora. Entonces, es muy fácil hacer esa adaptación cuando tienes menos proyectos o un menor ritmo de construcción y que los empleadores digan 'ya no te necesito 6 horas, te necesito solo 4 horas' y eso sería subocupación, porque la gente realmente querría trabajar más tiempo", apuntó.
Insistió en que, mientras no se tenga claridad sobre el curso que tomará la política migratoria, se prevé que los migrantes mantengan una actitud precautoria.
"Están en modo de esperar y ver. Entonces esto pudo haber generado que efectivamente se redujeran en algo los flujos de remesas", finalizó.