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Ante demandas, colectivos denuncian en la Politécnica muro de silencio

Estudiantes encuentran en redes sociales su único espacio de protesta

San Luis Potosí, SLP.- La Universidad Politécnica de San Luis Potosí (UPSLP) enfrenta una creciente inconformidad que va mucho más allá de una polémica en redes sociales. Colectivos y organizaciones civiles advirtieron que la raíz del problema está en la falta de apertura de la institución para atender demandas estudiantiles que se han acumulado durante meses, recortes de materias, reducción de docentes y un manejo político de los canales oficiales de comunicación.
 
Según señalaron, los estudiantes han encontrado un muro de silencio cuando intentan plantear estas preocupaciones en espacios formales. Este  silencio, aseguran, ha obligado a la comunidad universitaria a trasladar sus reclamos a las redes sociales, donde han podido visibilizar lo que no tiene cabida en los canales internos de la institución.
 
El uso de las plataformas digitales como espacio de protesta, sin embargo, no ha estado exento de consecuencias. Colectivos denunciaron que la UPSLP ha recurrido a la eliminación de comentarios críticos y al bloqueo de perfiles en sus cuentas oficiales, prácticas que califican como intentos de censura y control de la disidencia estudiantil.
 
En este contexto de tensiones, diversas organizaciones sociales, entre ellas el Frente Nacional por las 40 Horas y la Comunidad Estudiantil por la Dignidad, exigieron a la universidad garantizar la libertad de expresión, detener cualquier forma de persecución y abrir canales reales de diálogo. Esto por los procesos iniciados contra al menos diez alumnos por críticas en redes sociales a una canción institucional— no es, advierten, el verdadero centro del conflicto, sino el síntoma más visible de una dinámica autoritaria que pretende acallar el malestar estudiantil en lugar de atenderlo.
 
Las universidades no solo forman profesionales, son espacios donde debe florecer el pensamiento crítico y el debate abierto. Cuando las voces de los estudiantes se reducen a un muro de Facebook o a un tuit antes de ser borradas, el mensaje es claro, el aula pierde su valor como foro de discusión y la institución se aleja de su esencia educativa.
 
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