Los cambios bruscos de temperatura, el aumento de la actividad física o un transporte inadecuado de las maletas son algunas de las causas que pueden desencadenar molestias musculares, contracturas o lesiones en la espalda más graves.
La Sociedad Española de Columna Vertebral (GEER) recuerda que el descanso no es sinónimo de descuido de la postura. Por ello, nos alerta sobre los riesgos de malas prácticas que tendemos a hacer en verano y ofrece recomendaciones clave para reducir el riesgo de lesiones en la espalda.
Sigue estas recomendaciones para prevenir lesiones de espalda
• Cuidado con los cambios de temperaturas. El uso prolongado de aire acondicionado o las corrientes frías podrían provocar contracturas musculares, sobre todo en la zona lumbar y en el cuello. Se recomienda mantener una temperatura ambiental moderada y evitar cambios térmicos bruscos.
• Ojo al entrar al agua si está muy fría. Debemos evitar los cambios bruscos de temperatura relacionados con el baño. Mejor introducirse en el agua poco a poco para evitar contracturas.
• Actividad física de forma gradual y progresiva. En verano es habitual aumentar el ejercicio deportivo. Es preferible comenzar con calentamiento y estiramientos adecuados para evitar sobrecargas y lesiones
• Precaución con las actividades acuáticas. La natación y otros deportes acuáticos son beneficiosos pero se deben realizar de manera progresiva y con prudencia. Los estilos de crol y espalda son ventajosos para la columna.
• Precaución con los deportes en la playa. Las superficies inestables como la arena pueden afectar la estabilidad lumbar y sobrecargar las articulaciones. Se aconseja usar calzado adecuado, evitar impactos repetidos y adaptar la intensidad del ejercicio al terreno.
• El transporte de equipaje es causa común de lumbalgias. Se recomienda usar equipaje con ruedas, no cargar peso unilateralmente y evitar giros de tronco al levantar el peso.
• Atención a las posturas y al sueño al dormir en camas distintas. El GEER sugiere intentar mantener una postura adecuada y utilizar almohadas que alineen correctamente la columna.
• En los trayectos largos, viajar con accesorios ergonómicos y mantener la espalda apoyada al asiento, con las rodillas y caderas en ángulo recto. Asimismo, es recomendable hacer pausas para estirar. Si viajamos en coche, parar al menos cada 2 horas.
• Evitar las malas posturas en la playa. Si nos tumbamos en una toalla, hay que intentar tener un apoyo cervical y que la columna mantenga tanto su curva cervical como su curva lumbar fisiológica.
• A la hora de leer en la playa o piscina, el libro o tablet deben estar a la altura de los ojos. Utilizar una tumbona reclinable y mantener la espalda semiincorporada.