Pastas de dientes anticaries, para encías delicadas, contra la sensibilidad o blanqueantes… La oferta es amplia, pero no todas cumplen la misma función ni conviene usarlas del mismo modo. Te explicamos qué hay que tener en cuenta para elegir la más adecuada y te ofrecemos consejos para cuidar tu salud bucodental.
Óscar Castro, presidente del Consejo General de Dentistas de España, explica a EFEsalud que la función de la pasta de dientes es emulsionar los restos de comida que pueden quedar y eliminar la placa bacteriana, causante de las enfermedades de las encías y de la caries.
Las infecciones en la boca y otros problemas de salud bucodental pueden afectar el organismo, aumentando el riesgo de padecer diabetes, infarto de miocardio o incluso partos prematuros, indica el experto, algo que podría evitarse manteniendo una buena higiene bucodental.
Existen muchos tipos de pastas de dientes. Para personas con sensibilidad dental, se comercializan dentífricos diseñados para sellar los canalículos dentinarios, “unos pequeños tubitos que tienen las piezas dentales y donde hay terminaciones nerviosas”. Esta sensibilidad puede deberse a la erosión dental o a características propias de cada persona.
Algunos dentífricos, gracias a compuestos como el estaño, ayudan a cerrar esos canalículos, reduciendo la sensibilidad. Estos pueden utilizarse de forma segura durante toda la vida.
En cambio, en casos de enfermedad periodontal, afección de los tejidos de soporte de los dientes, como encías y hueso, es recomendable el uso de pastas dentales con antisépticos, siendo la clorhexidina la más habitual.
Sin embargo, su uso debe utilizarse en periodos cortos de tiempo, según las indicaciones del dentista, ya que puede teñir los dientes si se utiliza de manera prolongada.
Qué pasta de dientes NO elegir
Las pastas de dientes caseras, como las que combinan bicarbonato de sodio con zumo de limón, resultan nocivas para los dientes. Por un lado el bicarbonato tiene un efecto abrasivo, como una “arenilla” que desgasta el esmalte y, por otro, el ácido cítrico del limón también lo erosiona.
La aparición de la caries viene de un “proceso de desmineralización de los dientes”, explica Óscar Castro, provocado por la acción de las bacterias de la boca que producen sustancias ácidas.
Estas sustancias favorecen la pérdida de minerales y, en consecuencia, la aparición de caries. Si además incorporamos ácidos de forma directa en la boca, estamos facilitando ese daño, advierte el experto.
“Hay que huir de remedios caseros y siempre dejarse aconsejar por el profesional”, insiste.
También considera que las pastas blanqueadoras “son una falacia” ya que pueden “deshidratar el diente”. Los productos que venden como blanqueadores pueden servir como mantenimiento tras haberse realizado un tratamiento blanqueador en la clínica.
Hay algunas pastas de dientes en el mercado que contienen partículas violetas. Este color es el opuesto al amarillo, característico de los dientes. Ello sirve como “trampantojo”, es decir, es un “efecto óptico” que contrarresta el color amarillento pero no quiere decir que haya blanqueado el diente realmente, señala el representate de los dentistas de España.
“Los blanqueamientos sólo los pueden hacer los dentistas”, advierte el doctor Castro. “Los que se hacen en peluquerías y en centros de estética no cumplen las condiciones de concentración de peróxido de carbamida y de peróxido de hidrógeno que tienen que tener un blanqueamiento profesional”, añade.
El flúor: el componente más importante del dentífrico
El flúor, explica el especialista, ayuda a mineralizar los dientes. Según la edad u otras características los dentistas recomiendan una cantidad u otra de flúor contenido en el bote de pasta de dientes:
Niños y niñas menores de 6 años, la cantidad recomendada de flúor es de 1.000 ppm (partes por millón). Desde los 3 años, edad en la que acaba la formación de dientes de leche, hasta los 6 años, edad en la que se empieza con el cambio de los dientes de leche a los dientes definitivos.
Desde los 6 años en adelante, cuando se tienen los dientes definitivos, la cantidad recomendada de flúor es de 1.450 ppm.
En personas que tengan tendencia a la caries, como casos excepcionales y siempre que sea indicado por el dentista, pueden usar un dentífrico cuya cantidad de flúor sea entre 2.000 y 2.500 ppm.
Según el sabor, ¿es mejor una pasta de dientes u otra?
“Es una cuestión de gustos”, manifiesta el especialista.
En general, a los niños no les suelen gustar los sabores fuertes, como la menta, y prefieren opciones más suaves, como la fresa. Incluso existen pastas de dientes con sabor a salado, que resultan atractivas para algunas personas.
Pero ello no quita la función esencial del dentífrico: contribuir a la higiene bucal diaria. El sabor ayuda simplemente a “hacerlo más agradable”.
Recomendaciones generales
Según el presidente del Consejo General de Dentistas de España, para tener una boca sana, “es más que suficiente”:
El cepillado al menos 3 veces al día, insistiendo en el de la mañana y el de la noche, ya que son los más importantes. El cepillado quita la placa bacteriana, causante de la caries y de enfermedades en las encías. Es el vehículo para emulsionar toda esa suciedad.
Visitar al dentista una vez al año.
Se suele asociar la vejez con la pérdida de piezas. “Y no es así”, revela el experto. Una mala higiene diaria a lo largo de la vida provoca la pérdida de piezas en la edad adulta, teniendo que recurrir así a tratamientos costosos.
Óscar Castro asegura que una persona que desde la infancia se cepilla los dientes adecuadamente y pasa los controles rutinarios con su dentista llegará a la vejez “con todos sus dientes y absolutamente sin ningún problema”.