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ISSSTE con denuncias, carencias y ahora señalamientos contra su directora

Es señalada por utilizar su cargo para favorecer a familiares dentro de la institución, lo que trabajadores consideran un abuso de poder

San Luis Potosí, SLP.- El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) en San Luis Potosí parece no salir de una crisis para entrar en otra. A las constantes quejas ciudadanas por falta de medicamentos, deficiencias en la atención médica, negligencias y hasta la necesidad de amparos para recibir tratamientos, ahora se suma un nuevo frente de inconformidad, los mismos trabajadores del Hospital General han alzado la voz contra su directora, la doctora Sandra Medina.
 
De acuerdo con los empleados, Medina habría utilizado su cargo para favorecer a familiares dentro de la institución, lo que consideran un acto de abuso de poder y un golpe directo a quienes llevan años esperando una oportunidad laboral justa.
 
El malestar entre el personal surge porque, mientras ellos —en su mayoría contratados bajo la modalidad de guardias y suplencias— temen perder su empleo por cualquier reclamo y carecen de derechos plenos, la directora habría otorgado beneficios inmediatos a su hermana María Fernanda Medina Ulibarri, incluso estando en el octavo mes de embarazo. Según las denuncias, recibió interinatos y atención médica prioritaria, algo impensable para trabajadores que llevan años sin poder acceder ni siquiera a incapacidades básicas.
 
Las acusaciones no terminan ahí. También señalan que en días recientes, otra familiar, su sobrina María José Medina Camacho, ingresó al hospital por una complicación ginecológica. La directora habría intentado registrarla bajo un "Código Mater", pese a que no se trataba de un embarazo ectópico como inicialmente se planteó. Cuando los médicos descartaron la urgencia, Medina instruyó que su sobrina permaneciera en el área de urgencias y recibiera estudios médicos con cargo al ISSSTE, sin firmar pagaré alguno como exige la norma para quienes no son derechohabientes.
 
Los trabajadores que hicieron públicas estas irregularidades reconocen que viven en la incertidumbre, “Si nos quejamos, nos corren”, expresaron. La molestia radica en que muchos llevan años sirviendo al instituto sin lograr una base, mientras que en cuestión de semanas los problemas laborales y médicos de la familia Medina fueron resueltos.
 
Este nuevo episodio se suma a la larga lista de sombras que persiguen al ISSSTE en San Luis Potosí. Una institución creada para brindar seguridad social y garantizar derechos, hoy está en el ojo del huracán por la falta de medicamentos, negligencias señaladas por derechohabientes y denuncias de corrupción interna.
 
La reflexión es inevitable,  ¿cómo puede una institución ya debilitada por la desconfianza social resistir cuando incluso quienes la dirigen parecen anteponer intereses personales sobre el bienestar colectivo? Si el ISSSTE no logra limpiar su propia casa, difícilmente podrá recuperar la confianza de la ciudadanía y cumplir con la misión que le dio origen, proteger y cuidar a sus trabajadores.
 
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