Hace medio siglo, un joven de Nueva Jersey de 25 años cambió su vida y la historia del rock con un solo disco. El 50º aniversario de Born to Run, el álbum que catapultó a Bruce Springsteen a la fama internacional, ofrece la ocasión de repasar cómo esta obra gestada en medio de la incertidumbre personal y social se volvió un referente cultural.
Según Smithsonian Magazine, este trabajo no solo consolidó la carrera del músico, sino que redefinió el sonido y la narrativa del rock, manteniéndose actual y magnético a cinco décadas de su lanzamiento.
El impacto de Born to Run trascendió generaciones y fronteras. Desde su publicación en agosto de 1975, el álbum vendió cerca de siete millones de copias solo en Estados Unidos y fue incorporado al Registro Nacional de Grabaciones de la Biblioteca del Congreso por su relevancia cultural. La portada, una imagen de Springsteen junto al saxofonista Clarence Clemons tomada por Eric Meola, se convirtió en símbolo del rock.
Peter Ames Carlin, biógrafo del músico y autor de Tonight in Jungleland: The Making of Born to Run, sostiene que el disco mantiene intacta su personalidad: “Puedo escucharla ahora, 50 años después, y pensar que cada nota y palabra están en el lugar exacto”, afirmó Carlin. Ningún otro álbum, ni siquiera los posteriores del propio Springsteen, logra provocar la misma sensación; el artista buscó crear una pieza irrepetible.
El nacimiento de Born to Run se produjo en un momento especialmente convulso. A mediados de los setenta, Estados Unidos atravesaba una recesión, enfrentando las secuelas del escándalo Watergate y la guerra de Vietnam. Springsteen, originario de Nueva Jersey, soñaba con convertirse en una estrella del rock, aunque su panorama profesional era incierto.
Springsteen seguía siendo un artista de culto, con conciertos que no llenaban salas y un público pequeño pero entregado. “No era una superestrella, ni siquiera una gran estrella. Era conocido y admirado, pero mucha gente no tenía idea de quién era”, explicó Carlin para Smithsonian Magazine.
La creación de Born to Run estuvo marcada por la presión y el perfeccionismo. Mike Appel, productor y representante, comenzó la promoción enviando el sencillo homónimo a emisoras de radio de todo el país, lo que permitió que la canción sonara antes del lanzamiento oficial.
El lanzamiento, el 25 de agosto de 1975, fue un éxito inmediato. En octubre, el álbum ya había alcanzado la categoría de disco de oro, con 500.000 copias vendidas. Ese mismo mes, Springsteen logró un hecho inédito: apareció simultáneamente en las portadas de Time y Newsweek. La ilustración de Kim Whitesides para Time, que integra la colección de la National Portrait Gallery del Smithsonian, capturó la imagen carismática y espontánea del artista.
Springsteen publicó más de 20 álbumes de estudio y recibió 20 premios Grammy, un Óscar, dos Globos de Oro, un Tony y la Medalla Presidencial de la Libertad. En junio de 2025 lanzó Tracks II: The Lost Albums, una colección de grabaciones inéditas, y en octubre llegará a los cines la biopic Springsteen: Deliver Me From Nowhere, protagonizada por Jeremy Allen White.
En cada aniversario, el músico repite un ritual personal: recorre en automóvil las calles de Nueva Jersey donde compuso las canciones y, al escuchar los primeros acordes de “Jungleland”, se detiene ante la pequeña casa de Long Branch donde nacieron los temas. Cuando la última nota termina, Springsteen sigue su camino, liberándose por un instante del peso de su propia leyenda.