Especialistas criticaron que la Ley Reglamentaria del Servicio Ferroviario tiene vacíos legales por los que, a diferencia de lo que aplica para las empresas cuando operan como concesionarias, no se contempla sancionar
Después de que el Tren Maya sufrió un nuevo percance esta semana, especialistas criticaron que la Ley Reglamentaria del Servicio Ferroviario tiene vacíos legales por los que, a diferencia de lo que aplica para las empresas cuando operan como concesionarias, no se contempla sancionar a los entes públicos en su calidad de asignatarios.
Jaime Paredes, ingeniero de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), indicó que la legislación actual sí contempla protocolos de actuación en caso de contingencias, siniestros y accidentes ferroviarios, pero sólo los concesionarios están obligados a cumplir.
Recordó que durante la Administración de Andrés Manuel López Obrador se creó la figura de asignatarios para confiarles a las Secretarías de la Defensa Nacional (Defensa) y Marina (Semar) la operación ferroviaria del Tren Maya y del Istmo de Tehuantepec.
"Si, por ejemplo, hoy un concesionario tuviera un descarrilamiento, llega la Agencia Reguladora de Transporte Ferroviario (ARTF) y amonesta e incluso puede quitarle la concesión. Pero esto mismo no puede hacerlo con los entes públicos (Sedena y Marina)", expresó.
"Los asignatarios deberían cumplir como los concesionarios".
Sobre el percance que tuvo el Tren Maya hace unos días en Yucatán, consideró que debería de ser la ARTF la que tendría que salir a decir qué está ocasionando los problemas en la infraestructura y pedirle cuentas al Ejército y presentar un reporte al respecto.
"Si la Ley y el Reglamento (del Servicio Ferroviario) no está funcionando para los asignatarios, el Congreso de la Unión debe avocarse a que estos cumplan como lo hacen los concesionarios, y dar facultades a la Agencia para pedir cuentas. Pero no hay nada en la ley que establezcan consecuencias con los asignatarios", destacó.
Por otro lado, Carlos Barreda, especialista del sector ferroviario, advirtió que la nueva falla del Tren Maya --que fue justificada por su director por un "movimiento anómalo" en el sistema de cambio de vía-- podría significar que existe un problema que se ha repetido con respecto al funcionamiento de los herrajes de cambio o "sapos", cuyas agujas no quedan debidamente aseguradas luego de ciertos esfuerzos.
Esto se podría haber presentado posiblemente debido a la calidad de las bridas provisionales ("rail clamps") que deben cumplir con esa función, o por el tipo de los sistemas de automatización instalados, o bien, porque los "bogies" de los vagones no sean compatibles con el tipo de herrajes instalados, estimó.
Al cuestionarlo si las fallas podrían ocasionar accidentes de mayor gravedad, calculó que no, dado que el Tren tiene que disminuir considerablemente su velocidad al acercarse a cualquier desvío.