Los ingresos del 1 por ciento más rico de los hogares en el País son 44 veces mayores que el promedio nacional y 442 veces superiores a los de la décima parte (decil) más pobre, advierte un análisis de Oxfam México y el Instituto de Estudios sobre la Desigualdad (Indesig) publicado este miércoles.
La revisión detallada de los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2024, presentado a finales de julio pasado por el Inegi, indica, revelan que la desigualdad económica en México continúa siendo alarmante.
El análisis, titulado "¿Derechos o privilegios? Una mirada a la ENIGH 2024 desde las desigualdades", detalla que mientras el decil más pobre apenas de los hogares percibe al mes 2 mil 168 pesos por persona, poco más de 70 pesos diarios, el decil más rico obtiene 140 mil 998 pesos mensuales por persona.
"Aunque la pobreza disminuyó, la desigualdad estructural persiste", afirma.
En tanto, alerta, en el 1 por ciento más rico de los hogares el ingreso asciende a 958 mil 777 pesos mensuales por persona.
Los hogares más pobres, añade el análisis, obtienen el 2 por ciento de los ingresos totales del País, mientras que el 1 por ciento se queda con el 35.
Aunque los ingresos promedio de los hogares mexicanos aumentaron 18.7 por ciento entre 2018 y 2024, pasando de 18 mil 381 pesos a 21 mil 825 pesos mensuales, advierte, la mejora no es suficiente para garantizar el pleno acceso a derechos, el desarrollo de proyectos de vida, la movilidad social y la reducción de la brecha entre los más ricos y los más empobrecidos.
Oxfam e Indesig reconocen que los hogares más empobrecidos tuvieron un incremento en sus percepciones gracias al aumento de los ingresos laborales.
"El aumento constante del salario mínimo y las distintas reformas laborales aprobadas en el sexenio anterior son una prueba de que las políticas económicas y sociales han tenido logros importantes, aunque podrían ajustarse para fortalecer sus efectos positivos", señalan.
"Los datos de ingresos de la encuesta revelan que los ingresos de las personas trabajadoras siguen siendo bajos y apenas suficientes para cubrir las necesidades básicas de una subsistencia digna".
En materia de gastos, el análisis indica que el acceso a derechos como la vivienda y la movilidad también está marcado por la desigualdad.
El 10 por ciento más pobre del País, alerta, está en riesgo habitacional severo, ya que destina más de una tercera parte de sus ingresos al pago de renta, umbral que, según estándares internacionales, indica alta vulnerabilidad.
"Es urgente fortalecer y ampliar los servicios públicos que garantizan derechos y reducen desigualdades, en particular en los rubros de salud, cuidados y educación. Además, se deben mantener las políticas salariales y laborales efectivas, afinar la política social para que sea verdaderamente redistributiva y avanzar hacia una política fiscal que reduzca la concentración extrema del ingreso y la riqueza", remarcó Carlos Brown, director de programas de Oxfam México.