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'Sludge content': vídeos para que las redes sobreestimulen tu cerebro

Entras a TikTok o Instagram y aparece un clip de uno de tus podcasts favoritos. Decides no deslizar y verlo, pero notas algo extraño: la pantalla se encuentra partida en dos y, en la parte de abajo, aparecen imágenes de un videojuego que no tienen ninguna relación. No se trata de una casualidad.
 
El ‘sludge content’, que se traduce al español como ‘contenido de lodo o basura’, es un formato de vídeos en redes que combina diferentes estímulos visuales al mismo tiempo y en la misma pantalla, sin necesidad de estar relacionados. Es una técnica bastante extendida entre el público joven de plataformas como TikTok e Instagram.
 
Los vídeos secundarios, que van desde famosos juegos de móvil y videoconsola, hasta clips con slime o donde pelotas intentan escapar de un círculo, buscan retener la atención el mayor tiempo posible, más que lo que podría conseguir el contenido principal por separado. 
 
Normalmente solo se encuentran dos vídeos distintos, acompañados de unos subtítulos llamativos que también actúan como estímulo. Sin embargo, en ocasiones la pantalla hasta se divide en cuatro.
 
Una ‘pelea’ por la atención
 
Esta búsqueda por retener la atención beneficia a las dos partes: tanto al creador como a la plataforma.
 
En el caso del creador, que con frecuencia tampoco es el autor de los vídeos y los recicla, una mayor retención de la audiencia puede significar que el algoritmo de las redes promocione más sus vídeos, lo que se traduce en más visitas.
 
Por su parte, la red social también busca que el usuario permanezca el mayor tiempo posible consumiendo contenido.
 
Sin embargo, combinar estímulos no es nuevo. Sergio García Soriano, psicólogo especializado en adicciones derivadas de nuevas tecnologías, menciona que este juego se hace en la televisión desde hace años, en programas como ‘Sálvame’, ‘La Familia de la Tele’, ‘El Chiringuito’ o ‘Todo es Mentira’.
 
Con técnicas como cambios rápidos de cámara, mostrar dos personas al mismo tiempo en pantalla, pequeñas ventanas donde se anuncian contenidos que se abordarán en los siguientes minutos o los propios rótulos, los programas de televisión tratan de retener la atención del espectador.
 
Los vídeos de sobreestimulación llevan esa idea ya existente a las redes sociales, adaptándose a los nuevos hábitos de consumo de la audiencia.
 
“En un primer momento se hacían programas de 30 minutos para que formativamente se pudiese atender. Luego se pasó a los diez, después se ha pasado a los siete y ahora realmente son tips de no más de un minuto”, afirma García Soriano, miembro del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid.
 
Los riesgos de la sobreestimulación
 
Una gran exposición al ‘sludge content’ puede tener efectos en el desarrollo cognitivo, hasta tal punto que “ahora hay más déficit de atención y nos están viniendo más personas con esta característica”, destaca el experto.
 
“Si hay un abuso de vídeos, lo que puede suceder es que se reduzcan también cognitivamente los niveles atencionales para procesar en otro tipo de actividades”, añade.
 
Los jóvenes son los más propensos a engancharse a este contenido y tener más dificultades para salir de él porque, según el experto, son nativos digitales y usan más las redes sociales.
 
Ahora bien, el ‘sludge content’ terminará encontrando un límite porque, para García Soriano, “la focalización de la atención no es infinita”.
 
“Puede que sea una espiral donde haya varios estímulos o varias pantallas partidas, pero hay un momento en el que no pueden hacer 18, porque el ser humano no puede atenderlas de una manera permanente”, comenta.
 
La clave para el psicólogo es saber combinar diferentes tipos de estímulos en el día a día.
 
“Tengo que ir al teatro, tengo que ir al cine, tengo que leer libros, tengo que ir a clase, tengo que trabajar… Cada una de esas actividades me va a dar un resorte, me va a dar una atencionalidad”, concluye.
 
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