La más reciente película de Zach Cregger, Weapons, no solo confirma el talento del cineasta para el horror, también lo posiciona como una de las voces más destacadas del género contemporáneo. Contra todo pronóstico, la cinta sorprendió en taquilla: durante su primera semana alcanzó 70 millones de dólares a nivel mundial, y rápidamente superó la barrera de los 100 millones, con 59.9 millones recaudados en Estados Unidos y 40.7 millones en el extranjero.
Este logro la convierte en la cuarta película de terror de 2025 en superar dicha marca y en la vigésimo quinta producción del año en alcanzar los 100 millones de dólares. Además, ya sobrepasó a títulos considerados referentes recientes como La noche del demonio y Evil Dead: El Despertar. Con estas cifras, Weapons se ubica como una de las cintas más exitosas del género este año, solo detrás de Pecadores (365 millones), Destino Final: Lazos de Sangre (285 millones) y Exterminio: La Evolución (150 millones).
Protagonizada por Josh Brolin y Julia Garner, la película ha sido clave para Warner Bros. Pictures, al consolidarse como su sexta producción consecutiva que debuta con más de 40 millones en Estados Unidos. Su impacto va más allá de los números: demuestra que el cine de terror original —sin depender de franquicias ni adaptaciones— puede ser altamente rentable.
El éxito de Weapons envía un mensaje claro a Hollywood: el público quiere y consume terror innovador. Y aunque el género ha sido históricamente marginado por la crítica y los premios, fenómenos como este presionan a la industria a reconsiderar su valor y apostar por propuestas más arriesgadas.