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La factura de estigmatizar

Opinión

NUESTRO PAÍS, TIENE MÁS VARIOS años en un proceso de polarización social que no tiene freno y que, por el contrario, se aceleró en los últimos años por el discurso estigmatizante del entonces Presidente Andrés Manuel López Obrador.

LÓPEZ OBRADOR DESDE LA mañanera fue una persona que, con los calificativos, en lugar de tender puentes entre los diferentes sectores sociales, acrecentó la polarización y estigmatizó una serie de factores, acciones y pensamientos, encasillándolos como adversarios a su “Cuarta Transformación”, lo que generó un clima que imposibilitó el diálogo entre las fuerzas políticas y eso permeó a nivel social.

LOS ADVERSARIOS DE LÓPEZ Obrador fueron periodistas, sociedad civil, la clase media y toda aquella persona que pensara diferente; a todos ellos se les señaló con descalificativos como: pasquines, aspiracioncitas, fifis, conservadores, sabeloto, riquin, machuchones, bandidos, y corruptos; todo ello propiciando encono y queriendo pintar a una sociedad pluricultural, como un elemento bicolor, en el que sólo cabían los buenos, que eran representados por él, y aquellos que no formaban parte del “pueblo bueno”.

LA POLARIZACIÓN COMO estrategia electorera por supuesto que da resultados electorales, máxime en una sociedad tan marcada por las desigualdades y hastiada de la clase política que gobernó este país y caracterizada por la frivolidad, soberbia y la corrupción; el problema, sin embargo, el estigmatizar puede generar un costo, sobre todo por la fragilidad de los prejuicios y la ignorancia con la que se propinan.

DESDE EL ANTIGUO PALACIO Virreinal, se consideró pecado el tener dinero, la existencia de lujos era sinónimo de corrupción; el ser una persona con aspiraciones, era una muestra de egoísmo y por lo tanto un antivalor; el ser crítico del gobierno era sinónimo de ser parte de la mafia del poder; el estudiar en el extranjero, te convertía en un tecnócrata y riquín; el no ser aplaudidor, te hacía alcahuete y machuchón.

EL PROBLEMA DE ESTOS JUICIOS dicotómicos, es que permiten mostrar de forma rápida la ignorancia de los prejuicios y las contrariedades del discurso; es decir, en poco tiempo se evidenció que personas cercanas a López Obrador encajaban en muchas de esas características que tanto criticaba, es decir las propiedades de personalidades como Manuel Bartlett y Olga Sánchez, podrían ser calificados como fifís y corruptos, pero eran parte del pueblo bueno y por ello, se exceptuaban de la regla; Miguel Torruco, Marcelo Ebrad y María Luisa Alcalde, estudiaron en el extranjero, pero ellos no aprendieron “malas mañas” allá; y así podrían encontrar innumerables fallas en la lógica prejuiciosa que se impuso en la vida nacional.

ESAS CONTRADICCIONES SIGUEN estando presente, y el problema, es que se evidencian y hoy pretenden matizarlas con discursos que hace algunos años, no se hubieran ni si quiera, atrevido a pronunciar, pero simplemente ya se dieron cuenta de la fragilidad de los argumentos y lo burdo que era estigmatizar.

MARIO DELGADO, RICARDO Monreal, Pedro Aces, Gerardo Fernández y el hijo de López Obrador, pueden viajar al extranjero e ir a los lugares más lujos si su sueldo les permite hacerlo; pueden gastar su dinero en lo que mejor les acomode, pero ¿Eso no era parte de la frivolidad que criticaban cuando eran oposición? ¿No eran esos lujos los que eran insostenibles mientras hubiera un pueblo pobre? ¿No era de fifis el hacer este tipo de viajes?

DICE UN VIEJO REFRÁN: “CON LA vara que midas, serás medido”, y es justo en el punto en el que se encuentran, que hoy les incomoda, que les exijan ajustarse a su “pobreza Franciscana” o “justa medianía”; porque hoy resulta, que ellos pueden aspirar a crecer, sin que el ser aspiracioncita sea pecado; hoy ellos pueden tener riqueza, sin que el dinero sea en sí mismo, sospecha de delito; hoy ellos pueden ser, aquellos que juraron destruir, pero siendo diferentes.

ESTIGMATIZAR NO ERA EL CAMINO, si bien polarizar da resultados electorales en una democracia en crisis, la realidad es que solo agrava los problemas y divide a la población; se abren brechas y se generan sentimientos adversos que impiden la integración social; estigmatizar solo muestra la ruindad de las personas y el egoísmo de la clase política.

HOY MORENA PAGA LA FACTURA por su discurso y es probable que ello se agrave, y el que estemos hablando de los lujos de los lideres y de sus propias contradicciones, genera una crisis en el gobierno, por el jaque en que vive su liderazgo y con ello, se opaca el trabajo que se está realizando en un momento complejo para el país.

@josesolib

 

 

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