Opinión
EL DEPORTE TIENE LA FUERZA DE unir a los pueblos. En menos de un año, el mundo entero pondrá sus ojos en América del Norte con la llegada del Mundial de Fútbol FIFA 2026, organizado de manera conjunta por México, Estados Unidos y Canadá. No solamente se trata de un torneo deportivo, también es un evento que moverá emociones, economías y narrativas globales.
MÉXICO SERÁ SEDE EN TRES ciudades: Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey. Desde ya, la seguridad, los estadios, la infraestructura urbana y los servicios turísticos se preparan para recibir a millones de visitantes.
PERO MÁS ALLÁ DE LAS SEDES oficiales, el impacto será nacional. Hoteles, aeropuertos, restaurantes, carreteras y servicios en todo el país se verán beneficiados por el flujo de turistas y la proyección internacional.
LA EXPECTATIVA ES ATRAER 5.5 millones de turistas y generar una derrama económica superior a 60 mil millones de pesos. Se proyecta además la creación de 24 mil empleos y un ingreso de más de 20 mil millones de pesos.
PARA SAN LUIS POTOSÍ, ESTE escenario representa una ventana única. Nuestra ubicación estratégica en el centro del país, con conexiones carreteras y ferroviarias, nos convierte en un punto natural de paso para quienes recorrerán México durante el Mundial.
EL RETO ESTÁ EN APROVECHAR LA ocasión para mostrarnos al mundo como lo que somos, un estado con historia, cultura, gastronomía y generosidad de sobra para enamorar a cualquier visitante.
IMAGINEMOS A TURISTAS QUE, tras asistir a un partido en Monterrey o Guadalajara, decidan pasar unos días en San Luis. Se llevarán consigo la imagen de nuestra Huasteca, de Real de Catorce, de Río Verde, de Santa María del Río, de nuestras tradiciones y sabores.
ES AQUÍ DONDE DEBEMOS trabajar unidos empresarios, gobiernos y ciudadanía, para garantizar servicios de calidad, seguridad y experiencias inolvidables.
EL MUNDIAL 2026 TAMBIÉN DEBE inspirarnos en otro sentido: en su potencial para recordarnos que, cuando hay reglas claras y juego limpio, todos tenemos la oportunidad de ganar. México, como anfitrión, mostrará al mundo no solo su pasión futbolera, sino también su capacidad de organización y hospitalidad. San Luis Potosí no puede quedarse atrás.
DEBEMOS SUMARNOS CON entusiasmo y visión a esta fiesta que marcará un antes y un después en la historia de la región.
EL BALÓN YA ESTÁ EN JUEGO. Aprovechemos esta oportunidad para demostrar que en San Luis sabemos recibir, competir y, sobre todo, construir un Potosí sin límites.