El Ministerio de Defensa de Rusia denunció que Ucrania prepara un ataque de falsa bandera contra civiles en la región ucraniana de Járkov con el fin de frustrar la cumbre entre los presidentes ruso, Vladímir Putin, y estadounidense, Donald Trump, del próximo viernes en Alaska.
"Según informaciones recibidas por varias vías, el régimen de Kiev prepara una provocación para frustrar las negociaciones ruso-estadounidenses previstas para el 15 de agosto", informó en su canal de Telegram el mando castrense ruso.
Según Defensa, con este objetivo fue trasladado a la ciudad de Chugúyev de la región oriental de Járkov un grupo de periodistas extranjeros bajo el supuesto objetivos de "preparar una serie de reportajes sobre los habitantes de la ciudad fronteriza".
"Justo antes de la cumbre del viernes el Ejército ucraniano tiene previsto perpetrar un ataque provocativo con drones y misiles contra una zona urbana altamente poblada o un hospital con gran cantidad de civiles heridos, que deberá ser 'documentado' inmediatamente por los periodistas occidentales", denunció Defensa.
La dependencia señaló que tras la provocación "el régimen culpará a las Fuerzas Armadas de Rusia del ataque y las víctimas civiles para crear un ambiente mediático negativo y las condiciones para frustrar la interacción ruso-estadounidense sobre la solución del conflicto en Ucrania".
Además, Defensa alertó que "también son posibles provocaciones en otras localidades controladas por el régimen de Kiev".
Putin y Trump se reunirán el próximo viernes en Alaska para debatir las vías de solución al conflicto en Ucrania, en la primera cumbre celebrada entre ambos desde 2018, cuando se reunieron en Helsinki.
La última vez que Putin se reunió con un mandatario estadounidense fue en 2021, en un encuentro con el entonces presidente Joe Biden, celebrado en Ginebra.