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Enfrentan desigualdades jóvenes sin padres profesionistas

Los jóvenes que tienen padres con estudios profesionales tienen una probabilidad cuatro veces mayor de alcanzar el mismo nivel de estudios que aquellos padres que solo tienen la escolaridad básica, advirtió el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).
 
 Roberto Vélez, director del CEEY, explicó que esta situación significa que no hay igualdad de oportunidades para tener movilidad educativa.
 
 "Un factor determinante de la desigualdad de oportunidades en México es la escolaridad de los padres", comentó.
 
 Explicó que solo 15 de cada 100 jóvenes que crecieron en hogares donde los padres tienen máximo la primaria, llegan a nivel profesional.
 
 En contraste, 60 de cada 100 de los hijos cuyos padres tienen una carrera, llegan a estudiar ese nivel educativo.
 
 "Esto lo que está diciendo es que las oportunidades educativas sí están condicionadas por la caracterización educativa de los padres de los jóvenes, eso lo que está diciendo es que no tenemos igualdad de oportunidad en términos educativos en México y esta desigualdad en los últimos años se mantiene más o menos igual", dijo.
 
 Detalló que en el 2016 el 12 por ciento de los jóvenes que crecieron en un hogar donde los padres solo cursaron la educación básica, llegaba a universidad. Es decir, la proporción creció solo tres puntos porcentuales.
 
 Por otro lado, de acuerdo con el CEEY, entre 2016 y 2024, se redujo la proporción de jóvenes entre 18 y 24 años que lograron más años de escolaridad que sus padres de 72 a 67 por ciento.
 
 "Lo que encontramos es que los jóvenes de 18 a 24 años, en promedio, tienen una escolaridad mayor que los padres, pero la ventaja de estos jóvenes con relación a los padres, cada vez es menor. Esta diferencia pasó de 2.8 años de ventaja para los jóvenes, a 2.2 años, en ocho años de comparación", dijo Vélez.
 
 El experto señaló que en los últimos años, las transferencias monetarias para la educación han perdido capacidad para promover la movilidad social al concentrarse cada vez más en personas con padres de mayor escolaridad.
 
 "El CEEY considera que una política de transferencias monetarias para la educación que procure la movilidad social debe dirigirse con mayor intensidad a quienes presentan mayores desventajas.
 
 "Sin embargo, la evidencia muestra que el esfuerzo para revertir los problemas de baja movilidad social y estratificación educativa se ha debilitado. Si se destinan mayores recursos a quienes viven en desventaja económica y educativa, se reducirá la desigualdad de oportunidades entre la población y, por ende, habrá mayor movilidad social", advirtió el centro de estudios.
 
 
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