La facilidad y beneficios a las empresas exportadoras son elementos que favorecen la llegada de inversiones al País
Para las empresas exportadoras en México, si bien la abrogación del aviso automático de exportación representa un logro en el que la autoridad escuchó las preocupaciones del sector, esta medida que fue anunciada y descartada en menos de dos meses refleja la incertidumbre generada por los cambios en políticas comerciales y regulaciones.
Félix Ponce-Nava, consejero del despacho Pérez-Llorca en el área de Comercio Exterior, explicó que la falta de certeza en las políticas es un reto que, aunado a los cambios suscitados en Estados Unidos, ponen mayor presión sobre sectores específicos como el manufactureros, y sobre los exportadores en general.
"La palabra más importante es certeza, y la falta de certeza afecta a todo el sector exportador en México, no nada más por regulaciones repentinas, sino también por el ambiente internacional y la nueva política comercial que se está impulsando.
"¿Cómo damos seguridad a las empresas que vienen a invertir a México de que no vamos a estar haciendo eso (cambios) continuamente? Porque ese comportamiento voluble, inesperado, con medidas que afectan lo tiene el vecino del norte, y nosotros como exportadores y empresas que manufacturan, debiéramos hacer un esfuerzo para estar en contacto con las empresas", explicó el especialista en entrevista.
La facilidad y beneficios a las empresas exportadoras son elementos que favorecen la llegada de inversiones al País, pero que, ante la falta de certeza, más otros temas como mayores tiempos a los plazos de los procedimientos, complicaciones para la devolución de IVA y IEPS y demás revisiones a programas como el IMMEX suponen una desventaja frente a otras potencias exportadoras.
"Hay que respetar los plazos legales en los trámites, no pedir requisitos adicionales a los que establece la ley", puntualizó Ponce-Nava.
"Hay que respetar los plazos legales en los trámites, no pedir requisitos adicionales a los que establece la ley, y si los hay, modificar la regulación de modo que cualquiera que solicite una autorización sepa lo que va a enfrentar.
"Esto es importante, porque recientemente no está ocurriendo, tanto Secretaría de Economía, como el SAT siguen aplicando estas cuestiones que, muchas veces están fuera de la reglamentación", cuestionó Ponce-Nava.
En el caso del aviso automático de exportación, que se anunció a principios de junio, diferentes cámaras y confederaciones patronales expresaron a la Secretaría de Economía las complicaciones generadas por la medida, lo que llevó a posponer su vigencia, hasta abrogarla, pero fue hasta el viernes pasado que se confirmó la abrogación, pese a que el anteproyecto se presentó desde mediados de julio y la medida estaba prevista para entrar en vigor este 11 de agosto.
"El 'Acuerdo que sujeta al requisito de aviso automático de exportación las mercancías que se indican', publicado el 3 de junio de 2025 en el Diario Oficial de la Federación, no será aplicable a partir del 11 de agosto de 2025, fecha señalada en la última prórroga, ni en ningún momento posterior, con independencia de que el Acuerdo que lo abroga haya sido o no publicado en el Diario Oficial de la Federación", se notificó apenas el viernes pasado.