Elisa Crespo Ferrer, presidenta del Clúster Automotriz Metropolitano, señaló en entrevista con “Milenio” que la industria automotriz mexicana enfrenta retos importantes debido a las políticas proteccionistas del expresidente Donald Trump, especialmente por los aranceles al acero, aluminio y cobre. Sin embargo, destacó que la prórroga de 90 días otorgada para aplicar estos aranceles ha dado un respiro a las empresas, permitiéndoles ajustar estrategias y mantener empleos, gracias al diálogo constante entre México y Estados Unidos, y a la importancia del T-MEC.
Crespo explicó que muchas empresas han reaccionado con reconfiguraciones en sus líneas de producción, paros técnicos y ajustes en portafolios para diversificarse hacia otras industrias como la aeronáutica, farmacéutica y electrodoméstica. Además, se están enfocando en innovación, digitalización e inteligencia artificial para mejorar procesos y reducir costos. Pese a un entorno económico ambiguo, algunas empresas han salido fortalecidas gracias a inversiones previas y mejoras en sus procesos de manufactura.
Finalmente, la líder del clúster subrayó que México sigue siendo atractivo para la inversión por su ubicación, talento humano y experiencia en la cadena de valor automotriz. Afirmó que las negociaciones del T-MEC deben continuar para garantizar certeza a los mercados e impulsar nuevamente el ritmo de inversión y empleo. México, dijo, tiene el potencial de seguir siendo un jugador clave en el tratado gracias a su preparación, capacidades y estrategia de integración regional.Crespo Ferrer destacó que esperan que el T-MEC y las negociaciones con Estados Unidos permitan brindar la certidumbre a los mercados para que las inversiones que están detenidas tomen su ritmo y la industria regrese al ritmo de trabajo y empleabilidad a los que está acostumbrados.
Las negociaciones del T-MEC -enfatizó- le corresponden a los expertos como los presidentes de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), la Industria Nacional de Autopartes (INA), la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automóviles (AMDA), y demás organismo cúpula que han hecho un trabajo extraordinario y permanecen en el diálogo y constante contacto con la Secretarías de Economía y Relaciones Exteriores para que en 2026 México siga demostrando que es un gran jugador para el Tratado.
“En cualquier escenario México saldrá beneficiado y la complejidad en la relación bilateral es la ventaja competitiva que tenemos sobre los demás, más allá de la ubicación geográfica, de la calidad y el talento humano con el que contamos, son muchos años de trabajo para mantener una cadena productiva sólida y a ocho meses del año México ha sido capaz de mantener sus operaciones”, finalizó Crespo Ferrer