El presidente Xi Jinping ordenó el viernes "todos los esfuerzos" de rescate en el árido y montañoso noroeste de China después de que las inundaciones causadas por lluvias excepcionalmente fuertes mataran a 10 personas y dejaran 33 desaparecidos.
Las lluvias torrenciales comenzaron sobre las 18.00 horas del jueves (11:00 GMT) y desencadenaron riadas en Yuzhong, provincia de Gansu, donde dejaron incomunicadas a unas 4.000 personas, informó la televisión estatal China Central Television (CCTV).
En una zona montañosa, las precipitaciones alcanzaron los 195 milímetros desde primera hora de la tarde del jueves. En el condado de Yuzhong normalmente llueven entre 300 y 400 milímetros en todo el año.
Yuzhong está situado entre barrancos y colinas de limo arrastrado por el viento en una de las mayores mesetas de loes del mundo. Esto la hace vulnerable a inundaciones y corrimientos de tierra, dada la estructura suelta del suelo, que se vuelve inestable cuando se satura de agua.
En un vídeo publicado por la CCTV se puede ver cómo el lodo llega hasta los tobillos en una carretera montañosa flanqueada por árboles arrancados.
La máxima prioridad debe ser hacer todos los esfuerzos posibles para buscar y rescatar a los desaparecidos, reubicar y reasentar a las personas amenazadas, minimizar el número de víctimas y restablecer las comunicaciones y el transporte lo antes posible", dijo Xi, según la CCTV.
Xi advirtió a los gobiernos locales de que no sucumbieran a la "complacencia y el descuido" ante los recientes episodios de condiciones meteorológicas extremas, según la CCTV.
Unas lluvias récord han azotado el norte y el sur de China en las últimas semanas, que los meteorólogos consideran un ejemplo de fenómenos meteorológicos extremos relacionados con el cambio climático.
Las fuertes lluvias e inundaciones han causado la muerte de al menos 60 personas en el norte de China, incluida Pekín, desde finales de julio.