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Agregan presión nuevos aranceles a industria automotriz

El aumento a 50 por ciento en los aranceles al acero y aluminio que se importa a Estados Unidos está afectando a la industria de autopartes mexicana.
 
 Gabriel Padilla, director general de la Industria Nacional de Autopartes (INA), señaló que las categorías más afectadas son las que tienen alto contenido de dichos metales, además de cobre, que ya también a partir de este mes se vio afectado con un arancel también del 50 por ciento al entrar a territorio estadounidense.
 
 "Sobre todo hay afectación en los capítulos arancelarios 87, 84 y 83 como partes estampadas, suspensión, piezas de aire acondicionado, bisagras y soportes, donde hemos reportado que se relacionan exportaciones por un valor de cerca de 2 mil 900 millones de dólares anuales", detalló en conferencia de prensa.
 
 Dejó en claro que a cada productora nacional de autopartes los nuevos aranceles les afectan en distinta proporción, dependiendo del grado de composición que tengan de estos metales.
 
 "No es lo mismo una suspensión que una transmisión o un cinturón de seguridad, entonces solo aplica el arancel a la parte proporcional. Eso ha dificultado también la administración de cómo determinar el arancel, pues se paga en territorio de Estados Unidos y es una presión inmediata para para el que la importa y toma la decisión de si absorbe el costo de ese arancel o lo va decantando para transmitirlo hacia el consumidor final", expuso.
 
 Señaló que, en medio de la incertidumbre que sigue afectando a la producción de autopartes y al sector automotriz en general, los órganos de representación empresarial, como la INA, trabajan ya en coordinación con los equipos de la Secretaría de Economía para preparar los escenarios y propuestas encaminadas a la revisión del T-MEC en 2026.
 
 "Lo importante es asegurar el interés por parte de Estados Unidos por preservar la vigencia del tratado. Eso es muy importante porque es mejor tener reglas del juego que no tenerlo", comentó.
 
 Desde la perspectiva de la INA, apuntó, uno de los temas que más genera presión a la industria nacional es la revisión de las reglas de origen, especialmente el papel que jugará el contenido nacional con la valoración del contenido de Estados Unidos en las exportaciones que se realizan desde México.
 
 "Pero sin duda también vislumbramos oportunidades para incorporar al tratado componentes y partes que no estaban consideradas antes para asegurar reglas de origen en la cadena de suministro, como son las partes electrónicas, como las relacionadas a semiconductores, baterías, software y otros componentes electrónicos", destacó.
 
 En el mismo sentido Guillermo Rosales, presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), dijo que si bien es complejo para la industria automotriz nacional el enfrentar la incertidumbre actual, en el largo plazo habrá más oportunidades para seguir siendo proveedores de Estados Unidos.
 
 "Hay oportunidades para a la industria automotriz en México en lo que corresponde a la producción de componentes al ensamblado de vehículos ligeros y pesados porque no me queda ninguna duda que la región de Norteamérica seguirá creciendo en el consumo, la producción de vehículos y componentes más allá del ajuste que habrá de tener lugar con la renegociación del T-MEC", comentó.
 
 Los directivos consideraron que la incertidumbre actual podrá afectar la producción de autopartes y de vehículos en el País en algún momento de este año, como se ha comenzado a observar, pero hacia adelante consideraron que las presiones se disiparán.
 
 
 
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