locales

Nacen redes de resistencia contra abusos sexuales en SLP

Tres de cada cuatro niñas y adolescentes ven su casa como un lugar de violencia

San Luis Potosí, SLP.- Cuatro de cada diez mujeres fueron obligadas a unirse antes de los 18 años. Tres de cada cuatro niñas y adolescentes ven su casa como un lugar de violencia. En respuesta, surge la Red Libre por una Vida Libre de Violencia Sexual.
 
En San Luis Potosí, la violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes no es un hecho aislado, sino una realidad sistemáticamente silenciada y normalizada. De acuerdo con el diagnóstico de World Vision México de 2021, el 39.49% de las mujeres en el estado fueron obligadas a casarse o a unirse antes de cumplir los 18 años, perpetuando ciclos de exclusión, maternidades forzadas y graves violaciones a los derechos humanos.
 
Las cifras son alarmantes,  el 90% de la población identifica la violencia sexual —incluyendo explotación, abuso y violación— como uno de los problemas más graves que enfrentan niñas y adolescentes. Las formas más comunes de esta violencia ocurren en el entorno familiar y comunitario, espacios que deberían ser seguros.
 
Además, una de cada cuatro personas jóvenes de entre 18 y 29 años reconoce haber vivido violencia sexual durante su infancia o adolescencia, mientras que tres de cada cuatro niñas consideran su propio hogar un espacio violento. Todo esto sucede en un contexto marcado por la impunidad, la falta de atención especializada y la ausencia de justicia.
 
Frente a esta emergencia humanitaria, surge en el estado el colectivo Red Libre por una Vida Libre de Violencia Sexual, una articulación conformada por 25 organizaciones, colectivos, activistas, redes, familias y comunidades que trabajan desde diversos enfoques de derechos humanos. Su objetivo es claro, prevenir, atender y erradicar la violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes en San Luis Potosí.
 
 “Hoy decidimos unirnos porque entendemos que la magnitud del problema exige colaboración, prevención, atención, diálogo intersectorial y exigencia permanente de justicia”, señalaron desde la Red Libre.
 
Esta red trabaja en espacios comunitarios, académicos, jurídicos, médicos, educativos y terapéuticos, ofreciendo acompañamiento legal y psicológico, educación integral en sexualidad, justicia menstrual y defensa de los derechos humanos y reproductivos. Especial énfasis se pone en contextos de alta vulnerabilidad como comunidades rurales, urbanas marginadas y pueblos originarios.
 
La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha sido clara al respecto. En su sentencia del caso Ángulo Lozada vs. Bolivia (2022), estableció que los Estados están obligados a garantizar una protección reforzada y un acceso efectivo a la justicia para niñas, niños y adolescentes víctimas de violencia sexual.
 
No obstante, el sistema de justicia en San Luis Potosí sigue siendo frágil, frecuentemente obstaculiza la verdad, niega la reparación y permite la repetición de los abusos. La Red Libre, frente a esa realidad, ha asumido un compromiso colectivo, nombrar la violencia sexual por lo que es —una grave violación a los derechos humanos— y exigir justicia sin dilaciones.
 
Entre sus acciones también están promover la participación activa de niñas, niños y adolescentes como sujetos de derechos, impulsar políticas públicas efectivas y transformar los marcos culturales que sostienen la violencia y el silencio.
 
“Las infancias y adolescencias de San Luis Potosí merecen vivir sin miedo, libres de violencia y con pleno acceso a sus derechos. Esta red nace para que nunca más sus sueños, vidas y trayectorias sean arrebatados”, afirmaron sus integrantes.
 
Con su instalación, la Red Libre se convierte en un punto de inflexión, una plataforma de resistencia y cuidado colectivo ante una problemática que no puede seguir siendo ignorada.
 
OTRAS NOTAS