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'Controlan' gasolina y sale... ¡más cara!

En Texas, los movimientos de mercado han beneficiado al consumidor.

La "sugerencia" de la Presidenta Claudia Sheinbaum de febrero pasado de topar la gasolina Magna a 24 pesos por litro no ha reducido su precio en lo que debería, si se compara con la baja que ha tenido la gasolina en Texas, desde donde se importan casi todos los combustibles que se consumen en México.
 
Datos de la EIA (Agencia de Información Energética de Estados Unidos) muestran que, de febrero a julio pasados, el precio promedio de la gasolina regular en Texas disminuyó 8.6 por ciento medido en pesos, utilizando el tipo de cambio promedio que publica Banxico para cada mes.
 
En contraste, el precio de la Magna en México apenas ha bajado 2.6 por ciento, de un promedio de febrero dado por la Comisión Reguladora de Energía (CRE) de 24.21 a 23.59 pesos por litro, según datos de la firma PetroIntelligence para julio.
 
La CRE no ha emitido aún datos para este mes.
 
De esta forma, si se hubiera ajustado a la referencia texana, el precio de la Magna en México debió haber sido 22.13 pesos, 1.46 pesos menos que lo que realmente terminaron pagando en promedio los consumidores mexicanos.
 
Aquí aplica el dicho popular de "estábamos mejor cuando estábamos peor".
 
O en términos más serios: la orden presidencial funcionó, pero el mercado podría haber funcionado mejor.
 
Y, sin embargo, existe un ganador claro de esta diferencia: las arcas federales se llenan con la recaudación del Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) a las gasolinas.
 
Gonzalo Monroy, director de la consultora energética GMEC, dijo que lo que podría parecer un subsidio a la gasolina regular para los consumidores con el IEPS, ha convertido a este combustible en un instrumento de recaudación para el Gobierno federal.
 
"Hay un dato brutal: en el 2012, el último año del ex Presidente Felipe Calderón", expuso, "había un subsidio a la gasolina de cerca de 200 mil millones de pesos al año.
 
"Pero en el último año del ex Presidente Andrés Manuel López Obrador, el Gobierno recaudó en impuestos por ese concepto cerca de 400 mil millones".
 
"Y tanto en la Ley de Ingresos, como en la Ley del IEPS del 2024", dijo, "el Gobierno presupuestaba que iba a recaudar 330 mil millones de pesos por venta de gasolinas, pero fueron más de 400 mil millones".
 
"Se excedieron en más del 20 por ciento con respecto a lo que esperaban", explicó.
 
En Texas, los movimientos de mercado han beneficiado al consumidor.
 
En México, las "sugerencias" no lo han hecho.
 
A tasa anual en julio, respecto al mismo mes del 2024, el precio promedio de la regular en Texas registró una caída de 9.1 por ciento, mientras en México apenas de 1.3 por ciento.
 
Así, en México el precio resultó el mes pasado 78.4 por ciento más caro que al otro lado del Río Bravo, contra 64.4 por ciento que lo era un año atrás.
 
Monroy estimó que los llamados "gasolinazos" llegaron para quedarse en México debido a la persistente reducción de precios de ese combustible en Estados Unidos, desde donde Pemex y algunos grupos gasolineros importan cerca de 70 por ciento de lo que expenden en el País.
 
Señaló que el Gobierno federal ha apostado a una política de estabilidad de precios en el combustible mediante la aplicación de un subsidio a través del IEPS a la baja cuando el precio es alto en Estados Unidos, o al alza cuando baja el precio estadounidense.
 
"(Pero) ahora, el IEPS se aplica al 100 en el precio de la gasolina, y hay un fenómeno interesante, pues cuando el impuesto está en su máximo hay un mayor incentivo al robo y contrabando de combustible, el llamado huachicol", expresó el especialista.
 
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