Ubicado sobre la transitada Avenida Universidad, uno de los accesos principales al Centro Histórico de San Luis Potosí, el Puente Universidad, enfrenta un momento crítico tras más de cinco décadas de funcionamiento continuo y escaso mantenimiento. Aunque las autoridades locales han descartado un riesgo inmediato de colapso, admiten que es urgente intervenir de forma integral antes de que el deterioro estructural avance a niveles peligrosos.
Historia
En el corazón de San Luis Potosí, un puente que alguna vez fue símbolo de conexión entre la ciudad y el centro histórico se ha convertido hoy en un monumento al abandono institucional. El puente, ubicado sobre Avenida Universidad y con origen en la antigua estación de ferrocarril inaugurada en 1888, es testigo silencioso de una historia de omisiones, burocracia e indiferencia municipal y gubernamental.
Durante más de un siglo, esta zona fue el nodo ferroviario que comunicaba a la capital potosina con el resto de México. Hoy, esa misma infraestructura, adaptada a la modernidad como puente vial, agoniza sin recibir atención estructural alguna, a pesar de que desde 2023 superó oficialmente su vida útil.
Sin información sobre proyecto de rehabilitación
En 2022, el gobernador Ricardo Gallardo Cardona advirtió que el puente tenía solo un año de vida útil restante. Junto al alcalde de la Capital, Enrique Galindo Ceballos prometió una inversión de 90 millones de pesos para su rehabilitación, peor han pasado dos años desde entonces. Ni los recursos, ni el proyecto, ni siquiera una fecha de inicio han sido concretados. El proyecto ejecutivo fue entregado en mayo de 2023 a la empresa ferroviaria Canadian Pacific Kansas City (CPKC), propietaria del derecho de vía, ya que el puente cruza sobre su zona concesionada. Desde entonces, silencio.
Puente de gran relevancia que se deteriora día con día
En un recorrido realizado por PLANO INFORMATIVO, se puede constatar el deterioro en el que está este puente; desde su zona peatonal hasta las zonas de rodamiento, por donde transitan el 95% de las rutas de transporte público; esto sin contar unidades de personal, líneas del sistema Metro Red, y demás vehículos particulares.
Se puede observar las escalinatas que conducen hacia la parte alta, donde está la zona peatonal del puente, ya destrozadas; barandales deteriorados; infraestructura del barandal en el puente desprendida; el puente está lleno de grafitis, y por su ubicación también se ha convertido en un foco de inseguridad importante.
En cuanto a la zona de rodamiento se puede observar ya grietas en varios puntos del puente, baches, y esto cada día empeora sin que las autoridades correspondientes hagan una intervención del puente, que es uno de los más importantes de la zona.
Infraestructura diseñada para la movilidad del siglo pasado
La estructura, diseñada para una realidad urbana del siglo pasado, simplemente ya no da más, así lo señaló Benjamín Alva Fuentes, profesor investigador de la Facultad del Hábitat de la UASLP, el cual mencionó que el puente es estratégico, es la única salida que se tiene desde el Centro Histórico hacia la zona suroriente, y advierte: “Su ubicación sobre las vías requiere siempre un mantenimiento y atención para garantizar la seguridad de la estructura, porque por este puente pasan la mayoría de las rutas de transporte público y vehículos particulares”.
El especialista subraya que “la estructura ya no tiene la capacidad para la cantidad de movilidad que hoy carga”, lo que provoca no solo tráfico constante, sino también un aumento en los niveles de contaminación por la acumulación de unidades detenidas sobre el puente.
Urge una valoración del puente
Alva Fuentes señaló que cuando comenzaron a pasar por el Puente los transportes urbanos tradicionales, sí se hizo una evaluación del puente para saber si soportaba esa carga, pero ahora, con el incremento de Metro Red, no se ha hecho ninguna valoración, y no se sabe cuánto tiempo la estructura realmente puede resistir el peso de todos estos vehículos juntos.
“Se tiene que valorar la estructura, reacondicionar y recuperar el espacio que está sobreutilizado. De lo contrario, vamos a colapsar esta parte de la ciudad. Actualmente, solo en la zona metropolitana se tiene registro de alrededor de 600 mil vehículos, sin contar el transporte urbano ni el Metro Red, y casi todos esos vehículos terminan pasando por el Puente Universidad”, remarca el especialista.
En marcha diagnóstico
El propio alcalde capitalino, Enrique Galindo Ceballos, reconoció que el puente ha llegado a un punto en el que ya no basta con acciones superficiales. “Hace unos tres o cuatro meses pedí un diagnóstico técnico, porque se habló de que había llegado a su vida útil. Creo que en términos generales está bien, pero no tiene buen mantenimiento”, declaró el edil.
Los primeros estudios ya están en marcha, pero los daños visibles son evidentes desde hace años, agrietamientos en columnas y trabes, fisuras en la parte inferior de la estructura y deterioro en la superficie de rodamiento. Todo ello acumulado con el paso del tiempo y, especialmente, con la incorporación de unidades pesadas del sistema Metro Red, que circulan a diario sin que exista un nuevo peritaje sobre la capacidad de carga del puente.
De 4 a 50 millones de pesos costaría rehabilitación
Pie su parte, el presidente local de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Leopoldo Stevens, estimó que la inversión para rehabilitar el puente podría ir de los 4 hasta los 50 millones de pesos, dependiendo del tipo de intervención que se determine. El empresario propuso como opción el uso de tecnología avanzada, como trabes de fibra de carbono, para alargar la vida útil del paso vehicular sin recurrir a una demolición total.
Cabe destacar que en San Luis Potosí, el caso del Puente Universidad, es más que una advertencia, es el síntoma de un modelo urbano que ha priorizado la circulación vehicular sin planificar el desgaste de sus estructuras. La ciudad necesita no solo invertir en concreto y acero, sino en planificación técnica y prevención antes de que lo inevitable se convierta en tragedia.